Darfur, una región devastada por la guerra en Sudán, enfrenta una hambruna extendida, con áreas enteras sumidas en extrema inseguridad alimentaria, reveló un nuevo informe global. Este estudio destaca especialmente la situación crítica del campo de desplazados de Zamzam, que actualmente alberga a más de medio millón de personas.
La persistencia del conflicto ha interrumpido gravemente el acceso humanitario, llevando a partes de Darfur del Norte, especialmente al campo de Zamzam, a la hambruna. El Comité de Revisión de la Hambruna de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria por Fases, que incluye agencias de la ONU y organizaciones de ayuda, ha clasificado la situación como fase cinco, lo que indica una emergencia de hambruna.

«La hambruna continuará afectando gravemente a las poblaciones de esta región durante al menos los próximos dos meses si persiste el conflicto y se sigue negando el acceso humanitario,» comentó el informe, resaltando la urgente necesidad de una solución política para mitigar la crisis.
Zamzam, situado cerca de El Fasher, ha visto un aumento alarmante en su población en las últimas semanas, con entre 150,000 y 200,000 nuevos llegados desde mediados de mayo, todos buscando seguridad y acceso a servicios básicos como alimentos y agua potable.
«La magnitud de esta tragedia humanitaria es abrumadora. Los niños, mujeres y ancianos son los más afectados, y su situación empeorará sin un alto el fuego duradero y un acceso humanitario completo,» alertó Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA.
El informe también destaca que la hambruna en el campo de Zamzam es impulsada por el continuo conflicto y la obstrucción al acceso humanitario, problemas que requieren soluciones políticas inmediatas. Las restricciones impuestas por las facciones en conflicto han limitado severamente la capacidad de las agencias de ayuda para ampliar su asistencia a los necesitados.
Se advierte que, de no mejorar la situación, la hambruna podría empeorar y extenderse hasta octubre debido al acceso restringido a alimentos y al aumento del riesgo de enfermedades infecciosas exacerbadas por la temporada de lluvias.
Para abordar esta emergencia, el Comité recomienda el cese inmediato de hostilidades y la garantía de rutas de acceso despejadas para los actores humanitarios y comerciales. «Es crucial que se restaure el acceso sin trabas para mitigar la deteriorada situación de seguridad alimentaria y nutricional en El Fasher y en todo Sudán,» concluyó el informe, haciendo un llamado urgente a la comunidad internacional para que intervenga y ayude a resolver esta crisis humanitaria. 2/8/2024