
Ante la grave crisis humanitaria de la Franja de Gaza, a raíz de la ofensiva de Israel en la región, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en una acción poco común, ayer miércoles, formuló un llamamiento urgente a un alto el fuego humanitario, mediante la invocación del artículo 99 de la Carta de la ONU.
Esta herramienta es esencialmente una alerta al Consejo de Seguridad sobre «cualquier asunto que, a su juicio, pueda amenazar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales», según la descripción proporcionada por las Naciones Unidas.
“La situación se está deteriorando rápidamente hacia una catástrofe con implicaciones potencialmente irreversibles para los palestinos en su conjunto y para la paz y la seguridad en la región. Este resultado debe evitarse a toda costa”, afirmaba Guterres en una carta al presidente del Consejo para justificar la invocación del artículo 99.
Las reacciones a este paso no se hicieron esperar. La primera ha sido por parte de Israel, que endureció el tono contra el Secretario General tras la medida. “La gestión de Guterres es una amenaza a la paz mundial”, declaró ayer el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen.
Por otra parte, desde la Organización muestran su apoyo contundente a esta decisión. De hecho, el mismo portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha defendido este jueves en una entrevista en la BBC que esta posición está justificada por el “espantoso sufrimiento humano”. “Todos los miembros del Consejo de Seguridad tienen la responsabilidad de utilizar su influencia para intentar poner fin a esta crisis”, añadía el portavoz.
07-12-2023









