
En el corazón de la Gran Cabilia, la ciudad de Larba Nath Irathen ha estado envuelta en una huelga general durante tres jueves consecutivos, marcando un ferviente rechazo a las intimidaciones emitidas por las autoridades militares. En un artículo del periodista argelino Hichem Aboud, este movimiento de protesta se gestó como respuesta a la controvertida sentencia del Tribunal de Apelación de Argel el 23 de octubre, que condenó a 38 personas a la pena de muerte y a otras 29 a penas de prisión de 3 a 20 años. La población de Larba Nath Irathen se ha alzado en un grito unísono contra lo que consideran un proceso injusto.
En el trasfondo de estas protestas, agrega el autor del artículo, se encuentra el trágico caso de Djamel Bensmail, un joven artista de 38 años que perdió la vida en circunstancias impactantes. En agosto de 2021, durante la devastadora ola de incendios que azotó la región, Djamel se dirigió a Cabilia para brindar apoyo a quienes luchaban contra las llamas. Sin embargo, su noble gesto se vio truncado cuando fue detenido por los servicios secretos, marcando el inicio de una serie de eventos que conmocionarían a la comunidad.
Las acusaciones iniciales de las autoridades argelinas contra el Movimiento para la Autodeterminación de Cabilia (MAK), señalándolos como responsables de los incendios, fueron desacreditadas por una investigación que no encontró pruebas de su implicación. La tragedia de Djamel Bensmail se convirtió en un símbolo de la lucha contra la injusticia, ya que las imágenes de su apuñalamiento, asesinato y quema circularon en las redes sociales.

A medida que avanzaba el proceso judicial, agrega la misma fuente, las contradicciones en los comunicados oficiales y las irregularidades en las detenciones generaron escepticismo entre la población. El juicio de apelación en noviembre de 2022 no logró satisfacer las expectativas de justicia en Larba Nath Irathen, lo que desencadenó la decisión de organizar una huelga general como último recurso.
El impacto de esta protesta se hizo evidente en las calles desiertas de Larba Nath Irathen durante los primeros jueves de huelga. Tiendas cerradas, escuelas boicoteadas y una ciudad que se negaba a operar bajo un sistema judicial que consideraban defectuoso. Sin embargo, la respuesta de las autoridades fue intimidante: amenazas a comerciantes, coerción a transportistas y presiones a instituciones educativas para quebrantar la resistencia de la población.
La intimidación, agrega Hichem Aboud, no solo fortaleció la determinación de Larba Nath Irathen, sino que también amplió el círculo de protestas a ciudades vecinas como Michelet y Tizi Rached. La posibilidad de una conflagración a nivel nacional se cierne sobre Cabilia, evocando los eventos de 2001 que desencadenaron una revuelta tras el trágico asesinato de Massinissa Guermah, un joven estudiante de secundaria de 18 años.
En este tenso escenario, la población de Larba Nath Irathen, respaldada por sus conexiones históricas con la resistencia, reafirma su determinación. Las palabras de los familiares de los detenidos reflejan un compromiso inquebrantable con la verdad y la justicia, destacando que el clima de terror eventualmente cederá ante la firmeza de su causa.
La situación actual en Cabilia, conluye el autor, recuerda a la región la necesidad de preservar su identidad y resistir las injusticias. La huelga general no es solo un acto de descontento, sino un recordatorio de la capacidad del pueblo para renacer de las cenizas de la adversidad. La historia de Cabilia, marcada por la valentía y la resistencia, continúa escribiéndose, y solo el tiempo revelará el destino de estas protestas que resuenan en las montañas rebeldes e indomables de Argelia.
Por: Soufiane Ben Lazaar
24-11-2023