
En un discurso reciente, el líder de Hamás, Khalid Mashal, ha dirigido un llamamiento directo al Reino de Marruecos, instando a diversos sectores del pueblo a unirse a su causa para poner fin a las relaciones con Israel. Este mensaje, que va más allá de las convencionales relaciones bilaterales, plantea cuestiones de intromisión en los asuntos políticos internos de Marruecos.
Mashal hace un llamado a los ciudadanos marroquíes, sugiriendo que tienen el poder de redirigir la política del Reino. Su exhortación de «presionar sobre Marruecos, presionar sobre sus intereses y presionar sobre Palestina» implica una interferencia en la toma de decisiones internas del país, y su llamamiento a «cortar las relaciones», «expulsar al embajador» y «cerrar este capítulo» va más allá de los límites diplomáticos convencionales.
El líder de Hamás aborda directamente al pueblo marroquí, indicando que detenerse en apoyo a su gobierno puede considerarse como una corrección de un supuesto «error» y el cumplimiento de un «deber». Esta retórica refleja una manipulación de las emociones y lealtades internas de Marruecos en lugar de una discusión diplomática sobre las relaciones internacionales.
La elección específica de Marruecos en este llamado, cuando podría haberse extendido a otras naciones árabes, sugiere una estrategia de Hamás para ejercer presión en un punto clave. Este enfoque estratégico plantea preguntas sobre los motivos detrás de la decisión de Mashal y sus intenciones más allá de las relaciones tradicionales entre estados.
En el contexto de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, Mashal busca aprovechar la crisis humanitaria para presionar a Marruecos, insinuando que su inacción podría interpretarse como un apoyo indirecto a la política israelí. Este uso de la situación de guerra para avanzar en sus objetivos políticos refuerza la percepción de que su mensaje va más allá de la lógica de las relaciones bilaterales y se adentra en el terreno delicado de los asuntos internos de Marruecos.
20-11-2023