
En un significativo discurso ante el Parlamento, el Rey Mohammed VI, acompañado por el Príncipe Heredero Moulay El Hassan y el Príncipe Moulay Rachid, abordó cuestiones cruciales que han marcado profundamente a Marruecos en los últimos tiempos.
En el contexto de un país que enfrentó un devastador terremoto, el Rey hizo un llamado a la unidad, la solidaridad y la preservación de los valores nacionales. El discurso, que abarcó temas que van desde la religión hasta la asistencia social y la cohesión familiar, ofreció una visión integral y esperanzadora para el futuro de Marruecos.
Una nación marcada por la solidaridad y el dolor
El su discurso, el Rey Mohammed VI recordó a todos los presentes el terrible terremoto que sacudió a Marruecos, un evento que dejó miles de mártires y heridos. Las heridas de esta experiencia han sido profundas y dolorosas, y su impacto se ha sentido en todo el país, desde Tánger hasta Laguira. El Rey citó el Libro Sagrado al recordar que «Nada nos alcanzará excepto lo que Allah ha ordenado para nosotros».
Sin embargo, el Rey no permitió que el discurso se sumiera en el pesar y la desolación. En lugar de ello, hizo un llamado al Altísimo para que la tierra no vuelva a temblar bajo los pies de sus indefensas criaturas y solicitó humildemente la infinita misericordia divina. El mensaje que resonó fue uno de esperanza y unidad en un momento en que la nación enfrenta la tarea monumental de la reconstrucción.
Reconstruyendo con determinación y con espíritu de solidaridad nacional
El Rey Mohammed VI expresó su firme compromiso de trabajar en la reconstrucción y restauración de las áreas afectadas por el terremoto. Hizo hincapié en la necesidad de brindar apoyo y asistencia a las familias que se vieron afectadas, así como en la importancia de restablecer los servicios básicos esenciales. El mensaje era claro: Marruecos está decidido a superar la adversidad y avanzar hacia un futuro más fuerte y resistente.
A pesar de la magnitud de la tragedia, el Rey elogió el espíritu de solidaridad y ayuda mutua que emergió en todo Marruecos. Los ciudadanos, tanto dentro como fuera del país, así como la sociedad civil, se unieron de múltiples maneras para ofrecer su apoyo a aquellos que más lo necesitaban. Fue un testimonio de los valores arraigados en el alma marroquí: la tolerancia, la apertura y la coexistencia interreligiosa e intercivilizacional.
El papel de la familia en la sociedad marroquí
El Rey Mohammed VI también destacó la importancia de la familia en la sociedad marroquí. Reconoció que una sociedad sólida se basa en familias sólidas y equilibradas. La Monarquía, como piedra angular, ha desempeñado un papel fundamental en unir y reunir a todos los componentes del pueblo marroquí.
El Rey hizo hincapié en el amor a la patria y el apego a la unidad nacional y la integridad territorial como valores fundamentales que han fortalecido la identidad de Marruecos. La unidad y la diversidad se entrelazan en la identidad nacional, creando una sociedad cohesionada y fuerte.
Un programa de asistencia social para fortalecer la cohesión
El monarca reveló planes para implementar un programa de asistencia social directa que beneficiará a una amplia gama de la población. Este programa está diseñado para elevar el nivel de vida de las familias destinatarias, combatir la pobreza y la inseguridad, y mejorar los indicadores de desarrollo social y humano. La solidaridad social es un principio rector, y el programa se basará en el registro social único y las nuevas tecnologías para garantizar una distribución efectiva y equitativa.
El discurso real concluyó con un llamado a la unidad y la cohesión de Marruecos en un mundo en constante cambio. El Rey recordó al Parlamento su papel vital en la promoción de los valores nacionales y la realización de proyectos de gran envergadura. La sociedad marroquí se ha convertido en un modelo de coexistencia, donde los marroquíes, musulmanes y judíos, cultivan la comprensión cordial y el respeto hacia otras religiones y culturas.
En un mundo que se enfrenta a cambios profundos y a menudo a la pérdida de valores fundamentales, Marruecos se ha destacado como un faro de esperanza. La solidez de su tejido social y los valores que unen a la nación son la fuerza que guiará a Marruecos a través de los desafíos futuros.
Por: Soufiane Ben Lazaar
13-10-2023