
Continúan los ataques de Israel a la Franja de Gaza. En las últimas horas, el ejército israelí ha declarado que ha bombardeado el enclave palestino de Gaza con 4.000 toneladas de explosivos desde el sábado. «Unas 6.000 bombas han sido lanzadas sobre la Franja de Gaza con un peso total de 4.000 toneladas de explosivos», señalaba el comunicado.
En esta línea, a través de la red social X, el Secretario de Energía de Israel, Israel Katz, compartió un mensaje en donde afirma que se mantendrán las restricciones de suministro de electricidad, agua y combustible en Gaza hasta que Hamás libere a todos sus rehenes.
“¿Ayuda humanitaria a Gaza? No se encenderá ningún interruptor eléctrico, no se abrirá ninguna boca de agua y no entrará ningún camión de combustible hasta que los secuestrados israelíes regresen a casa”, ha tuiteado Katz.
Ante este panorama, después de que este miércoles la planta eléctrica de Gaza se quedara sin combustible y dejara de funcionar, la Cruz Roja ha manifestado su temor de que los hospitales de Gaza se conviertan en morgues al quedarse sin electricidad. El director regional para Oriente Próximo y Medio del Comité Internacional de la Cruz Roja, Fabrizio Carboni, ha alertado de los riesgos. «La diálisis renal se detiene y no se pueden hacer radiografías. La miseria humana causada por esta escalada es aborrecible e imploro a las partes que reduzcan el sufrimiento de los civiles», afirma Carboni.
La gravedad del asunto es que el corte eléctrico no solo afecta a las víctimas del bombardeo, sino que también provoca grandes daños en las plantas de recién nacidos en incubadoras y de ancianos que reciben oxígeno, denunció hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
A día de hoy, el ministerio de Sanidad de Gaza ha comunicado que la cifra de víctimas ha ascendido a 1.417 palestinos fallecidos y 6.230 heridos desde el sábado.
12-10-2023