El Consejo de Cuentas de Francia revela en su análisis de los gastos del Palacio del Elíseo para el año 2022 una serie de irregularidades financieras. Dichas revelaciones se producen después de que los gastos presidenciales fueran sometidos a un riguroso escrutinio por parte de este órgano de control.
A pesar de que se esperaba que el informe del Consejo de Cuentas presentara una imagen limpia sobre la gestión financiera gestión financiera del Palacio Presidencial, en su lugar, ha destacado serias preocupaciones en cuanto a transparencia y eficiencia en el manejo de los fondos. Entre las irregularidades señaladas se encuentra la consolidación de un presupuesto independiente para el Palacio del Elíseo, que ya no tiene conexión con otros ministerios, a diferencia de lo que ocurría en épocas anteriores, cuando se distribuían en diferentes ministerios.
En este sentido, el Consejo señaló al presidente Macron algunas irregularidades en relación con la «complacencia» en la selección de proveedores para el Palacio del Elíseo, así como en los costos asociados con los viajes oficiales del presidente y su entorno y las operaciones de mantenimiento de las lujosas residencias presidenciales. Estas irregularidades, según el Consejo de Cuentas, requieren una corrección inmediata y medidas correctivas significativas.
Otro aspecto criticado por el Consejo es la persistencia en el uso del mismo proveedor de carne desde 2017, a pesar de la capacidad financiera de Francia para diversificar sus compras. Asimismo, la organización de recepciones y eventos presidenciales también está bajo escrutinio, ya que los mismos contratistas gestionan estos eventos sin competencia, lo que podría haber resultado en importantes ahorros en el presupuesto.
Del mismo modo, las críticas también se extendieron al trato «sospechoso» con los mismos proveedores de viajes y grupos hoteleros que trabajan con el Palacio Presidencial, así como con los mismos organizadores de los viajes presidenciales dentro y fuera de Francia.
Así pues, a pesar de que el informe representó un progreso «relativo» en términos de transparencia financiera para el Palacio del Elíseo, instó a sus residentes a «acostumbrarse al enfoque y la competencia, incluso en ausencia de normas vinculantes», dado que el Elíseo, como la Casa Blanca, atrae a una gran cantidad de proveedores.
Por otra parte, también se cuestiona la gestión de los gastos relacionados con los viajes presidenciales dentro y fuera de Francia, recomendando la sustitución de costosos aviones privados por aviones oficiales a precios más razonables. Además, se insta a evitar el pago de gastos de carácter privado con fondos del Elíseo, incluso en situaciones de urgencia, como ocurrió en 2018 cuando Macron tuvo que reembolsar 8,123 euros de su dinero personal al Palacio del Elíseo debido a gastos realizados por empleados sin su conocimiento.
Con todo lo anterior, lo más llamativo de todas estas irregularidades y desequilibrios no son las respuestas oscilantes entre la transparencia del Palacio del Elíseo ni las violaciones de la gestión financiera, sino la expansión del personal del Palacio del Elíseo, que ha aumentado de 652 empleados en la época del presidente François Hollande a 780 en la administración de Macron. Esta actuación ha provocado un considerable aumento en el presupuesto del Palacio del Elíseo, que superó los 110 millones de euros el año pasado, en comparación con los 90 millones de euros en el mandato de Hollande. El análisis de los datos detallados sobre los salarios del personal presidencial, destaca un aumento promedio del 10%. Estos salarios, que ahora ascienden a 8,000 euros al mes, también incluyen compensaciones por viajes, rendimiento y otras ventajas materiales.