Marruecos ha convertido su costa en un motor silencioso de su economía. Con 14 puertos abiertos al comercio internacional que canalizan el 95 % de sus intercambios exteriores, el Reino se afirma como uno de los grandes nodos marítimos del hemisferio sur. Lo que hace apenas dos décadas era un entramado disperso de infraestructuras fragmentadas es hoy un sistema portuario cohesionado, rentable y estratégicamente orientado hacia la eficiencia y la conectividad global.
Durante su intervención ante la Cámara de Consejeros, el ministro de Equipamiento y Agua, Nizar Baraka, subrayó la magnitud del salto logrado: Marruecos ocupa ya la vigésima posición mundial en conectividad marítima y lidera en África en capacidad y volumen de carga. En un mundo donde más del 80 % del comercio internacional circula por mar, el país magrebí se sitúa en una posición envidiable para atraer inversiones, servir de escala logística y proyectar influencia económica sobre su entorno continental.
El emblema de esta transformación es el puerto de Tánger Med, el mayor complejo portuario del continente y uno de los más eficientes del mundo. Con más de 10 millones de contenedores gestionados el pasado año, Tánger Med funciona como un verdadero puerto plataforma: enlaza flujos comerciales procedentes de Europa, América, Asia y el África subsahariana. Su éxito ha redefinido la imagen industrial y exportadora de Marruecos, integrando fábricas de automóviles, zonas de ensamblaje electrónico y parques logísticos que alimentan la producción nacional y el tránsito regional.
Pero el impulso no se detiene ahí. El Ministerio trabaja en la puesta en marcha del proyecto Nador West Med, cuya entrada en operación está prevista para finales de 2026. Esta infraestructura, en la costa nororiental, constituye el segundo pilar de la estrategia marítima nacional. Diseñado como puerto de aguas profundas y acompañado de una vasta zona industrial, Nador West Med aspira a dinamizar las provincias del Oriental, diversificar rutas de exportación y atraer inversión extranjera directa. La visión es clara: hacer de cada puerto un punto de desarrollo territorial y no solo de tránsito comercial.
En paralelo, avanzan los estudios para un nuevo puerto en Tan-Tan y obras de ampliación en Casablanca, Agadir, Jorf Lasfar, Tarfaya, Tánger Med y Jebha. Estas ampliaciones no solo responderán al aumento del tráfico sino también a criterios de sostenibilidad, modernización digital y eficiencia ambiental. Los puertos urbanos, como los de Alhucemas o la zona de Tánger Ville, están siendo objeto de un proceso de reconversión hacia espacios mixtos —comerciales, turísticos y culturales— que buscan mejorar la integración puerto-ciudad.
El puerto de Casablanca, tradicional corazón náutico del país, también se renueva: durante los dos últimos meses, más de 40 000 pasajeros han pasado por sus instalaciones, y se ultiman proyectos para transformar parte de su zona industrial en un corredor logístico de servicios y transporte sostenible.
Lo que asombra del modelo marroquí es su coherencia estratégica. Cada proyecto, desde las terminales de contenedores hasta los puertos pesqueros y urbanos, responde a una planificación nacional orientada al largo plazo. Las inversiones privadas se articulan con las públicas bajo la lógica de la complementariedad y no de la competencia. Así, el mapa portuario del país se configura como una red integrada, escalonada de norte a sur, capaz de responder a las exigencias de un comercio global en mutación acelerada.
En un contexto internacional marcado por la disrupción de las cadenas logísticas y la búsqueda de rutas más resilientes, Marruecos posiciona sus puertos como alternativa eficiente entre Europa, África y América. Su papel como eje de enlace continental, apoyado en estabilidad institucional y apertura económica, lo convierte en actor imprescindible de la nueva geografía del comercio mundial.
El desafío que viene no es menor: mantener la competitividad sin sacrificar sostenibilidad. De cómo el país gestione su litoral y modernice sus infraestructuras dependerá que este éxito logístico se consolide como un modelo duradero. Por ahora, los datos hablan con contundencia: nueve de cada diez productos que cruzan las fronteras marroquíes lo hacen por sus puertos, y cada embarcación que entra y sale reafirma una realidad que el Reino ya ha sabido labrar —Marruecos no solo tiene costa, tiene horizonte.
12/11/2025









