La empresa británica Xlinks, promotora de la interconexión energética con Marruecos, ha decidido trasladar su ambicioso plan a Alemania después de que Londres se retirara oficialmente del proyecto en junio pasado. La nueva iniciativa, presentada bajo el nombre de «Sila Atlantik», busca aprovechar la demanda alemana de energía limpia para reactivar una propuesta que había quedado en suspenso.
Según medios británicos, antiguos directivos de EnBW y Ørsted se han sumado al proyecto a través de la filial alemana de Xlinks. El plan contempla una línea de transmisión de 4.800 kilómetros a lo largo del Atlántico, con capacidad para transportar 15 gigavatios de electricidad generada en el Sáhara mediante parques eólicos y solares. De lograrse, sería uno de los mayores proyectos transfronterizos de energías renovables en el mundo.
Del desencanto en Londres a la apuesta alemana
El giro hacia Alemania se produce pocos meses después de que el gobierno británico abandonara la conexión Marruecos–Reino Unido, un plan valorado en 25.000 millones de libras que incluía el cable submarino más largo del planeta —unos 4.000 kilómetros entre Tan-Tan y el suroeste inglés—. Dicho proyecto pretendía cubrir hasta un 8 % de la demanda eléctrica británica, equivalente al consumo de siete millones de hogares.
Downing Street justificó entonces su retirada por “altos riesgos de ejecución y seguridad”, asegurando que no era una prioridad nacional y que se centraría en reforzar su autosuficiencia energética.
Inversionistas aún comprometidos
La decisión británica fue recibida con frustración en Xlinks. Su presidente, Dave Lewis, la calificó de “choque y gran decepción”, aunque insistió en que la iniciativa seguiría adelante bajo otro formato. Recordó que más de 100 millones de libras ya habían sido invertidas en su desarrollo y que los socios financieros continuaban comprometidos.
En abril, Lewis había advertido que la “excesiva burocracia” británica ponía en riesgo el futuro del proyecto, y dejó claro que los inversores no esperarían indefinidamente. En ese contexto, Alemania emergía como una alternativa natural.
Una oportunidad para la transición alemana
El atractivo de Marruecos radica en su combinación de vientos nocturnos intensos y radiación solar abundante, que permitirían entregar electricidad de forma más competitiva y rápida que la energía nuclear. En el caso británico, se estimaba que el proyecto podría haber reducido un 10 % de las emisiones de carbono y abaratar en un 9 % los precios mayoristas de la electricidad.
Estos mismos factores resultan ahora estratégicos para Berlín, decidido a sustituir el carbón y el nuclear por fuentes limpias y estables. Con una capacidad prevista de 15 gigavatios, «Sila Atlantik» podría abastecer a millones de hogares alemanes y aliviar la presión sobre industrias de alto consumo energético en plena transición hacia modelos sostenibles.
Marruecos, proveedor clave de energía verde para Europa
Si el proyecto se materializa, la interconexión Marruecos–Alemania marcaría un hito en la cooperación energética europea y consolidaría al reino marroquí como un socio esencial en el suministro de energías renovables al continente. Tras el abandono británico, Alemania parece dispuesta a asumir el liderazgo en una apuesta que no solo diversificaría sus fuentes de energía, sino que también fortalecería la autonomía estratégica europea en el sector eléctrico.
26/09/2025
Abdelhalim ELAMRAOUI