Marruecos ha logrado consolidar un modelo de crecimiento económico sostenido gracias a la implementación estratégica de Zonas Económicas Especiales (ZES), que han generado un aumento remarcable de sus exportaciones y una notable diversificación de su producción industrial. Según datos oficiales, las exportaciones desde estas zonas han registrado un crecimiento medio anual del 12% entre 2020 y 2025, superando ampliamente el desempeño de otros países de la región. Este dinamismo exportador ha transformado la estructura productiva del país, reduciendo su dependencia de los sectores tradicionales y posicionándolo como hub industrial de referencia en África.
La proliferación de ZES especializadas, como Tánger Med para logística y automoción, Midparc para aeronáutica en Casablanca, y la plataforma de Kenitra para la industria automotriz, ha permitido al Reino atraer inversiones de grandes multinacionales que buscan optimizar sus cadenas de suministro hacia Europa y África. La combinación de incentivos fiscales, infraestructuras de calidad, mano de obra cualificada y proximidad geográfica al mercado europeo ofrece una ventaja competitiva clara frente a sus vecinos de la zona Magreb y África Occidental.
El entorno favorable que facilita Marruecos a las empresas globales de automoción, aeronáutica y electrónica ha generado un efecto de arrastre en la capacidad tecnológica local, las opciones d formación profesional y la creación de empleo especializado. Solo el sector automotor, que representa más del 27% de las exportaciones manufactureras, atrajo inversiones por más de 3.500 millones de dólares entre 2021 y 2024.
La diversificación productiva impulsada por las ZES se refleja en el crecimiento de exportaciones de alto valor agregado. Los vehículos y componentes automotrices, los productos aeronáuticos y los equipos electrónicos han ido superando los sectores tradicionales, como los fosfatos y la agricultura, en la canasta exportadora marroquí. Este cambio estructural ha fortalecido la resiliencia económica del país ante shocks externos y le ha permitido integrarse en cadenas globales de valor de mayor especialización tecnológica.
De esta manera, el modelo de ZES impulsado por Marruecos se puede considerar como un caso de éxito, al ser un punto clave en la estrategia de industrialización focalizada, la diversificación de las exportaciones y la atracción de inversiones extranjeras más especializadas, acelerando así la economía nacional y una transformación social, educacional y de desarrollo local. Pues, a través de cada ZES, Marruecos ha logrado construir un ecosistema industrial diversificado que a su vez atrae mayor inversión extranjera y consolida su papel como potencia manufacturera regional y puente estratégico entre Europa, África y como puente hacia el Sur global.
13/09/2025