
Elyes Kasri, analista político y exembajador tunecino denunció, en una salida muy comentada en las redes sociales, el entrismo que quiere ejercer Argelia en relación con las opciones diplomáticas soberanas de Túnez. Al mismo tiempo, llama a «recalibrar« las relaciones con la vecindad directa de su país.
Estima a través de una publicación en Facebook que, en ausencia de una comunicación transparente y creíble, las interpretaciones de las razones y el contenido de la visita del Ministro de Asuntos Exteriores de Túnez a Argelia, aparentemente para aclarar, según personas supuestamente mejor informadas que otras, sobre la sospecha que ciertos círculos argelinos tienen de una supuesta inclinación tunecina por normalizar las relaciones con el vecino marroquí y el estado de Israel, es de una gravedad que merece detenerse a considerar su significado y alcance.
La misma fuente continúa: «El hecho de que un Ministro de Asuntos Exteriores de un país supuestamente independiente sea convocado y obligado a explicar las decisiones de su país sobre bases hipotéticas, ya que esta normalización con Israel iría en contra del discurso oficial y el consenso de las fuerzas políticas tunecinas, revela, además de la excesiva susceptibilidad de nuestros vecinos argelinos, que no es algo nuevo, sino un juicio infundado acompañado del sentimiento de tener derecho a influir en la política exterior de Túnez, llegando incluso a cuestionar inconscientemente su independencia y soberanía, considerándola como lo expresan algunos insolentes de la 59ª provincia argelina».
Si bien la diplomacia tunecina ha cometido numerosos errores de juicio en los últimos años, el enfoque excesivamente orientado hacia Argelia y las relaciones desiguales con este vecino parecen encabezar la lista de errores diplomáticos que adquieren las características de una falta, por no decir algo más, hacia la soberanía nacional», agrega Kasri. Según él, es hora de «revisar nuestras relaciones con nuestros vecinos magrebíes y realizar un reequilibrio que nos brinde un margen de maniobra más amplio y preserve nuestros intereses y nuestra soberanía.
Sin importar las quejas que algunos le reprochan a Marruecos, no debemos olvidar el pasado y su papel beneficioso cuando terroristas provenientes de Libia a través de Argelia atacaron Gafsa en enero de 1980, ni la ventaja estratégica que tendríamos al restablecer relaciones de cooperación y confianza con este país hermano con el que tenemos muchas afinidades, aunque a veces puedan verse perturbadas por una competencia que podría considerarse excesiva y a veces desbordante.
Kasri concluye que «es hora de revisar las elecciones diplomáticas y estratégicas de los últimos años, ya que nos están llevando al aislamiento y al callejón sin salida, convirtiendo a Túnez en un blanco fácil para cualquier tentación de dominación externa que imponga elecciones que van en contra de nuestros medios y nuestros intereses».
19-08-2023