Del 22 al 27 de septiembre, la ciudad de Salé se convertirá en un vibrante epicentro cultural, no solo para celebrar el arte cinematográfico, sino para amplificar las voces y visiones de las mujeres del mundo. La 18ª edición del Festival Internacional del Film de Mujeres de Salé (FIFFA), bajo el patrocinio del rey Mohammed VI, trasciende la mera exhibición de películas para posicionarse como un foro crucial en la discusión sobre los derechos de las mujeres, la igualdad y la paridad.
Organizado por la dinámica Asociación Bouregreg, este festival se ha consolidado como una cita ineludible que ofrece una radiografía de la creatividad femenina en el cine contemporáneo. La competición oficial de ficción es un testimonio de su alcance global, con una selección de diez largometrajes que trazan un mapa geográfico y temático ambicioso, abarcando desde las costas de América Latina hasta las pantallas de Asia, pasando por las vibrantes escenas de África, Europa y el mundo árabe. Cintas como la marroquí «Algues Amères» de Driss Chouika o la brasileña-portuguesa «Manas» de Marianna Brennand, competirán por galardones que no solo reconocen la excelencia artística, sino también la audacia narrativa y la relevancia social. El Gran Premio, el Premio Especial del Jurado, el Premio a la Mejor Ópera Prima y los premios a la Mejor Interpretación Femenina y Masculina, prometen ser un barómetro de las tendencias más innovadoras.
El género documental, siempre un potente espejo de la realidad, no se queda atrás. Cinco producciones, entre ellas «Aisha’s Story» de Canadá y «Mother City» de Sudáfrica, invitarán a la reflexión sobre diversas problemáticas sociales y humanas, a menudo desde una perspectiva íntima y reveladora. La diversidad de estas voces refuerza la capacidad del cine para tender puentes y generar empatía.
Un aspecto particularmente relevante del FIFFA es su compromiso con el cine marroquí y la promoción de la igualdad de género dentro de la propia industria. La categoría «Ventana al Cine Marroquí» premiará los mejores cortometrajes y largometrajes nacionales dedicados al público joven, fomentando una nueva generación de cineastas y espectadores. Además, el «Premio de la Otra Orilla» distinguirá a la película marroquí que mejor encarne los principios de paridad, una iniciativa que subraya la pulsión interna del festival por impulsar cambios concretos en el ecosistema cinematográfico.
Detrás de la selección y el veredicto, un panel de jurados de prestigio internacional garantizará la excelencia y la perspectiva global. La directora brasileña Sandra Kogut presidirá el jurado de ficción, acompañada por figuras como la actriz marroquí Sanaa Alaoui y la libanesa Takla Chamoun. En el apartado documental, la productora Annie Ohayon-Dekel (Marruecos) liderará un equipo que incluirá a la directora Natyvel Pontalier (Gabón, Bélgica). Estos nombres no solo aportan experiencia, sino una diversidad de miradas esencial para un festival de estas características.
Pero el FIFFA va más allá de la pantalla. Su programa incluye seminarios, presentaciones de obras y proyecciones al aire libre en colaboración con instituciones locales, convirtiendo la ciudad de Salé en un verdadero laboratorio de ideas. Estos eventos paralelos son cruciales para el diálogo que el festival busca fomentar, un espacio donde el cine se encuentra con la sociología, la política y la cultura, y donde las complejidades de nuestro tiempo se abordan a través del prisma artístico.
El festival también se erige como un tributo a figuras que han marcado el camino. Este año, honrará a cuatro grandes personalidades del cine y el audiovisual: la reconocida actriz egipcia Hanan Motawie, las actrices marroquíes Souad Nejjar y Farah El Fassi, y la periodista marroquí Sabah Bendaoud. Reconocer sus trayectorias es celebrar la contribución femenina al arte y la comunicación, y ofrecer modelos a seguir para las nuevas generaciones.
En un comunicado, los organizadores subrayan que el FIFFA «aspira a apoyar los avances constitucionales que la sociedad civil intenta incansablemente implementar, con el fin de superar ciertas realidades que son objeto de un amplio debate público, relativas a los derechos de las mujeres, la igualdad y la paridad.» Esta declaración encapsula la esencia del festival: no es solo un evento cultural, sino un actor comprometido en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. El Festival de Salé, con su mirada global y su corazón firmemente en Marruecos, se consolida así como un faro para el cine hecho por y para mujeres, y un catalizador para el cambio social.
11/09/2025