En los pasillos de Ginebra, epicentro del multilateralismo y del diálogo sobre el comercio mundial, una noticia resuena con particular significado: Marruecos, a través de su Embajador y Representante Permanente ante la Oficina de las Naciones Unidas, Omar Zniber, ha sido designado presidente del Comité de Participantes del Sistema Global de Preferencias Comerciales entre Países en Desarrollo (GSTP) para el bienio 2025-2026. Esta elección no es un mero formalismo protocolario; es un reconocimiento estratégico a la creciente estatura de Rabat en la arena internacional y a su consistente apuesta por la cooperación Sur-Sur.
La designación de Marruecos para liderar este mecanismo crucial llega en un momento de profundas transformaciones y desafíos para el sistema de comercio global. En un tablero donde las tensiones comerciales persisten y las voces proteccionistas ganan terreno, el GSTP emerge como una herramienta fundamental para fortalecer la resiliencia económica de las naciones en desarrollo. Este acuerdo, activo desde 1989 y que agrupa a 42 miembros –entre los que se cuentan gigantes como Argentina, Brasil, India y Malasia, además de Marruecos–, es el único instrumento interregional con base jurídica en la Cláusula de Habilitación de la OMC y administrado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCED). Su propósito es claro: fomentar un comercio Sur-Sur dinámico mediante concesiones arancelarias, cooperación sectorial y la facilitación de intercambios.
La elección, lejos de ser casual, se cimenta en una trayectoria. Rebeca Grynspan, Secretaria General de la CNUCED, no ha dudado en elogiar el «compromiso inquebrantable de Marruecos con el multilateralismo y su liderazgo en la promoción de la cooperación Sur-Sur». Un respaldo que cobra aún más fuerza al recordar que el Reino ya presidió este mismo Comité entre 1997 y 2002, además de ser el depositario permanente del Acuerdo. Este historial otorga a la nueva presidencia marroquí una credencial sólida y una autoridad ganada a pulso en la defensa de los intereses de las economías emergentes.
Bajo la batuta de Zniber, Marruecos asume la responsabilidad de insuflar nueva vida al GSTP. Esto implicará convocar y presidir las reuniones del Comité, pero, sobre todo, facilitar un diálogo constructivo entre sus miembros y proponer una dinámica renovada que permita a los países del Sur capitalizar el vasto potencial de sus intercambios mutuos. La tarea no es menor, especialmente en un contexto geopolítico y geoeconómico convulso, donde la diversificación de las cadenas de suministro y la búsqueda de mercados alternativos son imperativos estratégicos.
La agenda inmediata es densa y reveladora del impulso que se pretende dar. Marruecos presidirá la 33ª sesión del Comité de Participantes del GSTP el próximo 25 de septiembre en Ginebra, un preámbulo a un evento ministerial de alto nivel programado para el 22 de octubre, en el marco de la 16ª Conferencia de la CNUCED. Estos encuentros serán plataformas cruciales para delinear la hoja de ruta y reafirmar la importancia de la colaboración económica entre las naciones del Sur.
En definitiva, esta nueva posición de liderazgo consolida a Marruecos como un arquitecto activo de un orden comercial más equitativo y resiliente. Refleja la visión estratégica impulsada por el Rey Mohammed VI, que ha priorizado la cooperación Sur-Sur como pilar de la política exterior marroquí. Al asumir las riendas del GSTP, Rabat no solo busca fortalecer su propio rol en las cadenas de valor globales, sino también catalizar una mayor integración y prosperidad para el conjunto de los países en desarrollo, demostrando que la solidaridad económica es una fuerza formidable en la construcción de un futuro más justo.
10/09/2025