En un gesto que subraya la creciente reconfiguración de los flujos económicos euro-mediterráneos, el alcalde de Montpellier, Michaël Delafosse, ha lanzado un enérgico llamado a los operadores franceses para que capitalicen las vastas oportunidades de inversión que Marruecos ofrece. La declaración, realizada durante una jornada económica en Montpellier y coordinada con el Consulado General del Reino, no es solo un acto protocolario, sino una clara señal de la apuesta francesa por el dinamismo marroquí en un momento de redefinición geopolítica.
Delafosse, al frente de Montpellier Méditerranée Métropole, enfatizó la necesidad de «estar atentos a la prometedora dinámica de desarrollo en curso en Marruecos y acompañar las oportunidades que se presentan en el país». Sus palabras no solo reflejan una visión de futuro, sino también un reconocimiento explícito a los «colosales proyectos» que Marruecos ha puesto en marcha, trascendiendo las metrópolis tradicionales para llegar a provincias con un potencial aún inexplorado.
Ejes de una alianza estratégica: Energía, salud y el futuro digital
Los sectores identificados por el alcalde como especialmente prometedores para la asociación franco-marroquí dibujan un mapa de las prioridades económicas del siglo XXI: energías renovables, salud, audiovisual, descarbonización y transporte. Estos no son meros nichos, sino pilares de la transformación global, donde la colaboración «ganar-ganar» puede generar sinergias significativas.
El interés no es teórico. Delafosse destacó el «enorme potencial de desarrollo e inversión en Dajla» que capta el interés de un número considerable de empresarios de Montpellier. Este énfasis en Dajla, una zona con ambiciones de hub económico y logístico para África Occidental, sugiere una dimensión más profunda en la estrategia francesa, buscando no solo lazos comerciales, sino también una influencia regional.
Puertos y diplomacia territorial: Tejiendo redes más allá de París
La jornada económica, celebrada en el marco de la inauguración del Festival Arabesques (con Marruecos como país invitado de honor), también contó con la participación de figuras clave como Olivier Carmes, director del puerto de Sète Sud de France. Carmes abogó por una mejora de los servicios portuarios, no solo para impulsar el turismo, sino como palanca para fortalecer el comercio de carga, especialmente con un Marruecos que se perfila como un «hub de envergadura para toda la región». El puerto de Sète, un punto de tránsito anual para más de 150.000 personas hacia Marruecos, se está consolidando como una plataforma vital de importación y exportación, especialmente en el pujante sector automotriz.
El vice-presidente de la Región Occitania, Jalil Benabdillah, puso el acento en la «importancia capital de la cooperación descentralizada y la diplomacia de los territorios» en estas «excepcionales» relaciones marroquí-francesas. La creación del «Club Marruecos Occitania», enfocado en facilitar el flujo de negocios entre ambas partes, es un testimonio tangible de este acercamiento, que va más allá de los despachos ministeriales para arraigarse en las comunidades locales y sus ecosistemas empresariales.
Más allá del comercio: Un vínculo cultural y tecnológico
Las mesas redondas del foro económico ahondaron en áreas estratégicas como las industrias culturales y creativas, las energías renovables y el hidrógeno (con su promesa de futuro energético), la inteligencia artificial aplicada a la salud y la descarbonización del transporte aéreo y marítimo. Estos temas no solo reflejan la vanguardia tecnológica y ambiental, sino también la intención de construir una asociación duradera que integre la innovación y la sostenibilidad.
La presencia de la Cónsul General de Marruecos en Montpellier, Soumia Bouhamidi, junto a representantes de la Región de Occitania, la ciudad de Montpellier, empresarios marroquíes y franceses, y la Agencia Marroquí de Desarrollo de Inversiones y Exportaciones (AMDIE), subraya el carácter integral de este diálogo.
En un contexto donde las relaciones franco-marroquíes han experimentado altibajos, este tipo de iniciativas a nivel regional y metropolitano demuestran una pragmática voluntad de reconstruir y fortalecer lazos. Marruecos, con su estabilidad regional y su ambición de ser un puente entre Europa y África, representa para Francia no solo un socio comercial, sino un aliado estratégico en un Mediterráneo en constante ebullición. La invitación de Montpellier a invertir en el Reino no es solo una oportunidad económica; es un movimiento geopolítico que busca consolidar una alianza en un tablero cada vez más complejo.
10/09/2025