
Los líderes de las fuerzas armadas de África Occidental tienen programado llevar a cabo su segundo y último día de discusiones el viernes en Accra, la capital de Ghana. El propósito es abordar los detalles de una potencial acción militar en Níger en caso de que los esfuerzos diplomáticos resultaran infructuosos para revertir el golpe militar.
Tras el derrocamiento del presidente de Nigeria, Mohamed Bazoum, el 26 de julio, y la negativa a restaurarlo por parte de las Naciones Unidas y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), se emitió una orden para formar una fuerza de reserva regional.
Durante una reunión de dos días, que concluyó con una ceremonia de clausura, los líderes militares discutieron aspectos logísticos y otros detalles relacionados con un posible despliegue, siguiendo un itinerario oficial.
El comisionado de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad de la CEDEAO, Abdelfattah Moussa, enfatizó que el uso de la fuerza se considera como último recurso, pero indicó que «si todas las demás opciones fracasan, las valerosas fuerzas de África Occidental estarán preparadas para asumir su deber». Esto se expresó al comienzo del evento el jueves.
Moussa informó que la mayoría de los 15 estados miembros de la CEDEAO estaban dispuestos a contribuir con la fuerza de reserva, a excepción de aquellos que también están bajo gobiernos militares, como Malí, Burkina Faso y Guinea, además de Cabo Verde.
Cualquier aumento en la tensión podría agravar aún más la ya empobrecida región del Sahel en África Occidental, que ha enfrentado una insurgencia islamista durante una década.
Níger, además de su importancia en África Occidental, debido a sus reservas de uranio y petróleo, también desempeña un papel estratégico en la lucha contra los grupos militantes asociados a Al Qaeda y al Estado Islámico, al ser un centro de operaciones de fuerzas extranjeras involucradas en esta lucha.
18-08-2023