
Para 2050, se prevé que las principales regiones exportadoras de hidrógeno verde sean África del Norte ($110 mil millones al año), América del Norte ($63 mil millones), Australia ($39 mil millones) y Medio Oriente ($20 mil millones), según un análisis de Deloitte. La base de este análisis son los datos modelados por la Agencia Internacional de Energía (AIE) y el potencial renovable de estos países, particularmente en energía eólica y solar.
En este escenario, el norte de África lideraría las exportaciones de hidrógeno verde, mientras que Europa sería la principal importadora. El estudio de Deloitte tiene el potencial de reconfigurar el panorama energético global y moldear la industria del futuro.
El hidrógeno verde, en conjunto con las energías renovables, podría generar un mercado anual de hasta $1.4 billones en 2030, y rediseñar el escenario global de recursos y energía, según el estudio.
A nivel mundial, se han identificado más de mil proyectos de producción de hidrógeno verde, con una inversión estimada de $320 mil millones y la puesta en marcha principalmente antes de 2030, según el Consejo Mundial del Hidrógeno y McKinsey.
El propósito principal del crecimiento del hidrógeno verde es descarbonizar industrias con alta emisión de gases de efecto invernadero, como la petroquímica, el acero, el cemento y los fertilizantes, así como satisfacer las necesidades de transporte pesado, como la aviación y la marina.
La producción de hidrógeno verde mediante electrólisis del agua y energía renovable también podría impulsar industrias emergentes en países en desarrollo, como el sector siderúrgico.
Hoy en día, el 99% del hidrógeno industrial es «gris», resultado del gas metano en procesos petroquímicos que liberan grandes cantidades de CO2 a la atmósfera. El hidrógeno verde, producido a partir de la electrólisis del agua con energía eólica, solar o hidráulica, podría cambiar esta dinámica.
El norte de África, con su potencial eólico y solar, tiene una oportunidad para liderar la producción de hidrógeno verde. Marruecos y Egipto están considerando estrategias de hidrógeno y podrían jugar un papel clave como exportadores.
Aquí es donde el norte de África tiene una carta que jugar, subraya Sébastien Douguet, jefe de asesoramiento económico de Deloitte y coautor del estudio basado en modelos de datos de la Agencia Internacional para la Energía.
“Marruecos tiene un potencial eólico muy fuerte muchas veces subestimado, y un gran potencial solar, y Egipto tiene los medios para convertirse en el principal exportador de hidrógeno a Europa en 2050 gracias a los gasoductos de gas natural ya existentes” que se reasignarían al hidrógeno, señaló Douguet a la AFP.
Para el 2040, el estudio asume que las inversiones en la captura y almacenamiento del CO2 emitido durante la producción de hidrógeno a partir del gas metano se detendrán. Varios países consideran transportar vectores intermedios como el queroseno verde, el metanol o el amoníaco para extraer el hidrógeno al llegar a los puertos.
La economía verde puede ser rentable si se mantienen apoyos públicos a largo plazo para infraestructura y políticas coordinadas, advierte el estudio.
17-08-2023