
26-03-2021
En carta dirigida al director de publicaciones de «Middle East Eye», el portavoz de la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) brinda aclaraciones y correcciones en cuanto a la «información falsa difundida en un informe» publicado el 22 de marzo por este medio que cubre hechos en el Medio Oriente.
La DGSN indica que el vídeo de Middle East Eye, titulado «El makhzen marroquí en crisis» de 13 minutos y 3 segundos, «contiene datos falsos e imprecisos relacionados con el campo de intervención de los elementos de la Seguridad Nacional en Marruecos y viola la dignidad personal de sus empleados”.
En cuanto a la muerte de Mohcine Fikri en Alhucemas, el portavoz de la DGSN recuerda que el informe de Middle East Eye afirmó «que un pescadero fue atropellado por un contenedor de basura a las órdenes de un oficial de policía», indicando como tal, que se trata de «información falsa que fue previamente negada por un comunicado de prensa el 29 de octubre de 2016, al día siguiente de este incidente».
Además, un informe del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) también advirtió contra los intentos de instrumentalizar la tragedia de Mohcine Fikri. A este respecto, la carta dirigida al director de publicación de Middle East Eye señala que este informe confirma las conclusiones de la investigación judicial llevada a cabo por las autoridades públicas que muestra que el contenedor de descarga se puso en marcha tras la activación del dispositivo ubicado a la derecha de la parte trasera del camión.
En cuanto a las imágenes del informe dedicado a la presunta «represión violenta de manifestaciones pacíficas», un entrevistado sostuvo que el Gobierno, representado por la fuerza pública, «llevó a cabo una represión bastante violenta».
En respuesta a estos alegatos, la DGSN observa que se trata de una versión única de los hechos que no ha sido cotejada y que no se basa en informes oficiales publicados por las instituciones nacionales competentes.
Además, la DGSN agrega que los elementos de la Seguridad Nacional han tratado con gran mesura las provocaciones que desencadenaron en su contra durante las 814 manifestaciones organizadas tras la muerte de Mohcine Fikri, indicando que «el 40% de estos movimientos requirieron una supervisión especial por parte de la policía y que solo el 8% de estas concentraciones se dispersaron, con el único propósito de mantener el orden público y preservar la seguridad de los ciudadanos”.
Según la misma fuente, «los organizadores de estas manifestaciones no presentaron ninguna solicitud de autorización previa», en contra de lo establecido en la ley de libertades civiles. La DGSN también indica que la mayoría de estas manifestaciones se convirtieron en graves disturbios, recordando, en este sentido, que 611 elementos de las fuerzas de seguridad resultaron heridos como consecuencia de estas protestas.
Para refutar estas denuncias de «represión violenta», la DGSN también se apoya en otras conclusiones del informe del CNDH que demuestran que la policía no utilizó ningún arma de fuego durante los doce meses de manifestaciones y que también indican que se utilizaron cañones de agua o gases lacrimógenos solo unas pocas veces, y solo como advertencia.
La DGSN también niega las alegaciones contenidas en este informe, según las cuales el juicio de los detenidos en el contexto de los incidentes de Alhucemas se basó en «confesiones obviamente extraídas de los presos por la fuerza» en el momento en que la ley marroquí concede a los sospechosos el derecho a guardar silencio (artículo 66 del Código Penal).
También se agrega que el artículo 293 del Código Penal establece que «la confesión, como cualquier otro medio de prueba, está sujeta a la discreción del juez y se considera nula toda confesión obtenida mediante violencia».
Para la DGSN, estos alegatos distorsionan la realidad dado que la policía judicial había presentado previamente varias pruebas y testimonios al respecto.