Un reciente estudio del Newlines Institute for Strategy and Policy, con sede en Washington, alerta sobre las graves consecuencias sociales y de seguridad derivadas de las políticas de exclusión aplicadas por el gobierno argelino en las regiones del sur del país. El informe sostiene que la falta de inclusión de las comunidades tuareg y el abandono institucional han creado un caldo de cultivo para el extremismo y la inestabilidad en una zona estratégica del Sahel.
Según el análisis, el sur argelino vive una paradoja evidente: pese a ser una de las áreas más ricas en recursos energéticos, sus habitantes padecen altos niveles de pobreza y desempleo. Más del 30 % de los jóvenes están sin trabajo, mientras que las inversiones públicas se concentran en el norte, en detrimento de las provincias meridionales. Este desequilibrio económico y territorial ha generado un profundo resentimiento hacia el poder central en Argel, acentuando la fractura entre el Estado y las comunidades locales.
El informe subraya además factores históricos y estructurales que agravan la situación, como la falta de infraestructuras, el aislamiento geográfico y la limitada oferta de servicios básicos en educación y salud.
A ello se suma una política de seguridad excesivamente militarizada que, lejos de estabilizar la región, ha incrementado la desconfianza de la población. La destrucción de un dron maliense por el ejército argelino cerca de Tinzaouatine, en abril pasado, es citada como ejemplo del deterioro de la relación entre las fuerzas de seguridad y las comunidades saharianas.
El Newlines Institute concluye que la estrategia de “todo por la vía militar” adoptada por Argelia no ha logrado contener el malestar social ni frenar el avance del extremismo. Recomienda, en cambio, una mayor implicación de Estados Unidos y sus socios europeos en proyectos de desarrollo inclusivo, programas de microfinanciación y cooperación con la sociedad civil tuareg.
El informe advierte que la falta de desarrollo y la exclusión de las comunidades locales podrían generar nuevas tensiones que desborden las fronteras argelinas, afectando la frágil estabilidad del Sahel. En lugar de reforzar su papel regional, estas políticas exponen a Argelia como un eslabón vulnerable dentro de un entorno marcado por la inseguridad y la desconfianza.
12/10/2025









