Mientras los pasajeros admiran la arquitectura de las terminales o la puntualidad de sus vuelos, una compleja maquinaria opera fuera de su vista, en la pista. Es el handling, el sistema nervioso central de cualquier aeropuerto: desde la gestión de equipajes y la carga de combustible hasta el catering y la asistencia en tierra. Y es precisamente en este engranaje, crucial pero invisible, donde Marruecos está a punto de ejecutar una de sus transformaciones más estratégicas.
La Oficina Nacional de Aeropuertos (ONDA) ha puesto en marcha una misión de calado estratégico con el horizonte puesto en 2035. No se trata de una simple actualización o de un parcheo técnico, sino de repensar desde sus cimientos todo el modelo de asistencia en tierra del país. El objetivo es inequívoco: elevar el estándar de los aeropuertos marroquíes para que no solo compitan, sino que se midan de tú a tú con los grandes hubs internacionales.
El método elegido revela la ambición del proyecto. En una primera fase, se llevará a cabo un diagnóstico exhaustivo, una auténtica auditoría de rendimiento del sistema actual. Pero el análisis no será introspectivo. ONDA planea poner su modelo bajo el microscopio y compararlo con las mejores prácticas de, al menos, cinco aeropuertos de referencia mundial, incluyendo potencias logísticas de Asia y Europa. No buscan inspiración en sus vecinos, sino en los líderes globales. Quieren entender qué hace excelentes a los mejores para replicarlo y adaptarlo.
Esta fase de benchmarking no es un mero ejercicio académico. Servirá para responder preguntas críticas: ¿Es el mercado lo suficientemente competitivo? ¿Necesita más apertura o, por el contrario, una regulación más estricta? ¿Cómo se puede mejorar la calidad del servicio y la eficiencia de los operadores?
A partir de este diagnóstico, se diseñará la hoja de ruta nacional para la próxima década. Un plan maestro que definirá los nuevos modelos de negocio, los indicadores de rendimiento, los requisitos contractuales y los mecanismos de control. Se trata de crear un ecosistema de excelencia que garantice que cada escala en Marruecos sea sinónimo de eficiencia y fiabilidad, un factor clave para atraer a las aerolíneas más exigentes y consolidar la posición de aeropuertos como el de Casablanca como una puerta de entrada indispensable a África.
Esta iniciativa no es un hecho aislado. Se enmarca en una modernización global del sector aéreo marroquí, que ya ve avances tangibles como el nuevo centro automatizado de equipajes en Casablanca. Marruecos entiende que para acoger eventos de la talla de la Copa del Mundo de 2030 y para materializar su visión de convertirse en un puente continental, la excelencia no puede ser una opción, sino el estándar. La revolución que se prepara en las pistas de sus aeropuertos es silenciosa, pero su impacto resonará en los cielos de todo el mundo.
08/10/2025









