El aguacate se ha consolidado como un ejemplo emblemático de diversificación agrícola en Marruecos, combinando modernización tecnológica, apertura a mercados internacionales y generación de nuevos ingresos rurales. Si bien ha acumulado críticas por su alto consumo de agua en época de sequía nacional, desde su adopción masiva, este cultivo ha transformado regiones como Sus-Masa-Draa y Loukkos en polos de producción estratégicos, mostrando cómo algunas decisiones agrícolas pueden ser costosas pero lograr dar un valor añadido e impulsar la competitividad del país.
Esta fruta, ha logrado aprovechar superficies previamente dedicadas a cítricos, olivos y hortalizas, transformando la dinámica de producción en regiones rurales, ofreciendo nuevas oportunidades económicas y generando empleo. La expansión del cultivo ha sido a su vez acompañada por inversiones en riego tecnificado y técnicas modernas de cultivo.
Según estadísticas oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca Marítima, Desarrollo Rural y Aguas y Bosques (MAPM), la producción de aguacate en el Reino ha crecido sostenidamente en los últimos quince años. En 2010, Marruecos producía entre 15.000 y 18.000 toneladas, cifra que se multiplicó hasta cerca de 70.000 toneladas en 2020, reflejando la ampliación de nuevas superficies y la adopción de riego tecnificado. Para 2024, la producción estimada alcanza aproximadamente 80.000 toneladas, consolidando al aguacate como un cultivo estratégico dentro de la diversificación agrícola y evidenciando el impacto de las inversiones recientes en las principales zonas productoras.
Debe de tomarse en cuenta que el desarrollo del aguacate ha abierto la puerta agrícola marroquí a otros mercados. Las primeras exportaciones oficiales se registraron en la década de 1990, dirigidas principalmente a España, Francia y Países Bajos, países que se han mantenido entre los principales compradores hasta la actualidad. Pero con el tiempo, Marruecos ha logrado competir en Europa con productores latinoamericanos gracias a su calendario de cosecha adelantado, que es octubre a marzo, permitiéndole abastecer los mercados cuando la oferta de otros países es menor. Los datos de la FAO, muestran que la exportación ha pasado de unos pocos miles de toneladas al inicio de los años 2000 a más de 50.000 toneladas anuales en 2024, consolidando la posición del país como proveedor confiable y complementario en el mercado europeo.
Igualmente, el auge del aguacate ha generado impactos y opiniones mixtas en la agricultura marroquí. Por un lado, ha ampliado los ingresos de los productores y diversificado la economía rural; por otro, ha implicado la sustitución de cultivos tradicionales como cítricos, olivos y hortalizas, lo que ha suscitado debates sobre sostenibilidad, manejo hídrico y presión sobre recursos limitados. El cultivo requiere entre 1.000 y 1.200 m³ de agua por tonelada, frente a los 700–900 m³/tonelada de los cítricos y 500–600 m³/tonelada de los olivos, según estadísticas del MAPM.
No obstante, a pesar del mayor consumo hídrico, la rentabilidad del aguacate compensa la inversión. En términos de precios internacionales, mientras que los cítricos y olivos ofrecían entre 0,8 y 1,3 USD/kg en la década de 2000–2010, el aguacate alcanzaba 1,5–2,5 USD/kg. Para 2024, los precios internacionales del aguacate se sitúan entre 2,8 y 3,5 USD/kg, permitiendo a los agricultores generar ingresos más elevados incluso considerando su mayor consumo de agua. Es así como la combinación de rentabilidad, eficiencia de riego y ventaja de calendario ha convertido al aguacate en un cultivo estratégico y competitivo frente a productores latinoamericanos. A lo que podemos sumar la ventaja competitiva de menores costos logísticos y menor tiempo de tránsito hacia Europa.
Además, el crecimiento del sector ha tenido también un efecto social. Según las autoridades del sector, el número de agricultores dedicados al aguacate ha aumentado significativamente desde el año 2000, llegando a miles de productores en 2025, muchos de los cuales han modernizado sus técnicas agrícolas y mejorado su capacidad de exportación. Otro dato interesante, es que a partir del aumento de la producción se ha incentivado un mayor consumo interno, dado que lo no exportado se destina al mercado nacional, lo que contribuye a diversificar la oferta de frutas frescas y promover hábitos de consumo más saludables.
La región de Sus-Masa-Draa y Loukkos, y algunas áreas del noroeste del Reino, concentran la mayor parte de la producción, beneficiándose de climas favorables y de sistemas de riego que permiten optimizar los rendimientos. De esta manera, mediante el cultivo de aguacate se ha dado una combinación de tradición agrícola y modernización tecnológica, que ha sido clave para que Marruecos pase de productor marginal a proveedor competitivo en los mercados europeos, consolidando al aguacate como un ejemplo de éxito de la diversificación agrícola del país.
De acuerdo al sitio especializado Fresh Plaza, la expectativa para la temporada 2025 es alcanzar 70.000–80.000 toneladas, con una alta proporción de frutos de gran tamaño que faciliten su comercialización internacional, especialmente frente a la competencia en segmentos de menor calibre.
A pesar de requerir un mayor consumo hídrico que los cultivos tradicionales, el aguacate ha demostrado ser más rentable por tonelada, con precios internacionales que han mejorado sostenidamente entre 2000 y 2024, según datos de FAO. Esto ha permitido compensar los costos adicionales de agua mediante ingresos superiores y acceso a mercados europeos en fechas complementarias al calendario latinoamericano, donde se ubican los proveedores tradicionales de este cultivo.
Aunque el aguacate plantea desafíos de sostenibilidad y presión sobre recursos limitados, lo que obliga a un manejo cuidadoso del riego y de las superficies cultivables; en conjunto, la experiencia marroquí con este producto, constituye un buen ejemplo de cómo una decisión agrícola bien planificada puede ser económicamente beneficiosa y, a la vez, convertirse en un modelo de diversificación moderna, siempre que se acompañe de políticas de gestión sostenible y se le de el seguimiento y acompañamiento necesario al nuevo gremio productor.
29/09/2025
María Angélica Carvajal