Con tono exultante y metáforas deportivas, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dejó claro en Nueva York que va siguiendo minuto a minuto el “calentamiento” de Marruecos para el Mundial 2030. Y, de acuerdo con sus palabras, el Reino está no solo en forma, sino listo para salir a la cancha antes del pitazo inicial.
Tras una reunión de alto nivel en la sede de la FIFA ubicada en la Trump Tower, Infantino felicitó personalmente al Rey Mohammed VI, al gobierno marroquí y a todo el país por el avance de las obras y programas que preparan al Reino para ser anfitrión, junto a España y Portugal, de un Mundial inédito: el del Centenario.
El máximo dirigente del fútbol mundial recordó con entusiasmo su reciente visita a Marruecos, donde inspeccionó el Gran Estadio de Tánger y el Estadio Príncipe Moulay Abdellah en Rabat. “Los trabajos avanzan con fluidez, no solo en los recintos deportivos, sino también en infraestructuras conexas”, subrayó. Y, fiel a su estilo de titulares optimistas, agregó: “Todo está casi listo. Se podría organizar la Copa del Mundo mañana mismo”.
En la cita participaron también el jefe del Gobierno marroquí, Aziz Akhannouch, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el canciller portugués Paulo Rangel, en un gesto que confirma que el Mundial 2030 se cocina con el ingrediente esencial: la coordinación política de tres países con un mismo objetivo.
El encuentro permitió definir las próximas etapas del proceso de coorganización, que incluirán nuevas rondas de diálogo con autoridades y federaciones nacionales, así como visitas a las futuras ciudades sede del torneo.
La otra gran noticia que se filtra de esta agenda es que la FIFA percibe en Marruecos no un actor secundario, sino un pilar de este proyecto tricontinental. La solidez en infraestructuras, la experiencia del país con grandes eventos deportivos y culturales, y el respaldo político de su monarquía sustentan una apuesta que, según Infantino, podría convertir este campeonato en “la Copa más memorable de la historia moderna del fútbol”.
Ya lo dicen los aficionados: para que un torneo sea inolvidable, se necesita no solo goles y pasión, sino un escenario a la altura. Y el mensaje en Nueva York fue claro: Marruecos está afinando el decorado, los cimientos y la iluminación del que promete ser un Mundial jugado tanto en césped como en la memoria colectiva de varias generaciones.
26/09/2025