En un discurso pausado pero contundente ante la Asamblea General de la ONU, el Rey Felipe VI de España hizo un llamado directo a la comunidad global al decir: “detengan ya esta masacre”, en referencia a la devastación en la Franja de Gaza. El monarca destacó el legado histórico y cultural de la región, y el vínculo español con la zona, motivo por el cual aseguró que no puede mirar hacia otro lado ante los bombardeos, la hambruna y los desplazamientos forzosos que sufren cientos de miles de civiles.
Felipe VI también condenó de manera firme los actos cometidos por Hamás el 7 de octubre de 2023 en Israel, mas subrayó que el derecho internacional humanitario debe aplicarse sin reservas, garantizando el acceso de ayuda humanitaria, el alto el fuego y la liberación de rehenes. Dejó claro que la defensa de Israel no puede justificar la vulneración sistemática de los derechos de los civiles palestinos, marcando un equilibrio delicado entre condena del terrorismo y exigencia de respeto a la ley internacional. Además, afirmó que la ONU debe abogarse por encontrar y garantizar una solución lo antes posible de coexistencia de los dos Estados: Palestina e Israel.
En su discurso, también recordó los vínculos históricos de España con la región de Oriente Medio, destacando su orgullo por las raíces sefardíes y el reconocimiento del pueblo de Israel como hermano, por lo que declaró no poder comprender las acciones que ejecuta Israel en Gaza y Cisjordania; e hizo hincapié en cómo España ha demostrado que sí es posible mantener e integrar los valores nacionales con la defensa de la ley internacional.
Otro eje central, fue la defensa del multilateralismo y del papel de la ONU. El Rey español advirtió que sustituir la cooperación y el diálogo por la competencia y la rivalidad extrema amenaza los principios universales recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. “La dignidad del ser humano no es negociable”, enfatizó, recordando que las normas internacionales constituyen la mejor defensa frente a la ley del más fuerte y que un mundo sin reglas sería “una eterna incógnita”.
El monarca también se refirió a la invasión rusa en Ucrania, señalando que la paz europea y global depende de la justicia y la condena colectiva frente a actos de agresión sin causa. Un comentario que evidencia cómo España busca posicionar a la ONU como garante de la estabilidad y la legalidad internacional, ante la erosión de varias democracias, la polarización global e incluso tras el discurso del martes pasado del presidente estadounidense Trump, criticando el modelo de cooperación multilateral.
La crisis climática fue otro de los desafíos estructurales señalados por Felipe VI. Para el Rey, la descarbonización, el impulso de energías limpias y la mitigación del cambio climático son prioridades que no admiten dudas ni retrasos, y la ONU debe actuar con determinación para evitar que el debate sobre la existencia de la crisis obstaculice las soluciones.
El Rey español recordó los vínculos históricos de España con la región de Oriente Medio, destacando su orgullo por las raíces sefardíes y el reconocimiento del pueblo de Israel como hermano, por lo que declaró no poder comprender las acciones que ejecuta Israel en Gaza y Cisjordania; e hizo hincapié en cómo España ha demostrado que sí es posible mantener e integrar los valores nacionales con la defensa de la ley internacional.
En su intervención, subrayó además los lazos históricos y culturales con África y América Latina, regiones donde España mantiene vínculos estratégicos, comerciales y humanitarios. En este contexto, el Rey destacó el apoyo constante de España hacia Marruecos, señalando de manera explícita su respaldo a la soberanía marroquí sobre el Sáhara como parte del compromiso con la estabilidad regional. “España reafirma su reconocimiento del Sahara como parte integral del Reino de Marruecos y respalda los esfuerzos de paz y desarrollo en la región”, dijo.
Asimismo, Felipe VI, reivindicó la acción responsable y la cooperación internacional como ejes para prevenir nuevas masacres, proteger a los civiles y reforzar la paz mundial. El mensaje de la monarquía española fue contundente en señalar que la realidad global exige anticipación, planificación y recurrir a la memoria del siglo XX, para «no caer en errores ya cometidos, para no entrar en espirales sin retorno».
24/09/2025
María Angélica Carvajal