Doha, la capital de Qatar, es actualmente el escenario de una cumbre de emergencia que reúne a países árabes e islámicos en respuesta al reciente ataque aéreo israelí dirigido contra líderes de Hamás en esa ciudad. La reunión, convocada con carácter urgente, busca establecer una posición común frente a lo que los países participantes han calificado como “actos hostiles” por parte de Israel.
Según agencias internacionales, hay un primer borrador de resolución que condena duramente a Israel por presuntos crímenes como genocidio, limpieza étnica y uso del hambre como arma de guerra.
Desde la semana pasada, cuando ocurrió el ataque en Doha, el gobierno israelí ha negado categóricamente estas acusaciones, defendiendo la acción como una acción necesaria dentro de su estrategia militar. El presidente israelí, Isaac Herzog, justificó el bombardeo al afirmar que era imprescindible «remover a ciertas personas que no están dispuestas a llegar a un acuerdo» para poner fin al conflicto.
El evento, ocurrido el 9 de septiembre, dejó al menos seis muertos, entre ellos cinco miembros de Hamas y un oficial de seguridad qatarí. Aunque la delegación de Hamás logró sobrevivir, la muerte del hijo del jefe negociador Khalil al-Hayya ha generado una fuerte conmoción regional.
Desde el inicio del conflicto en Gaza, Qatar ha desempeñado el rol de mediador en las negociaciones indirectas entre Hamás e Israel, manteniendo un equilibrio delicado debido a su alianza estratégica con Estados Unidos y su papel como anfitrión del buró político de Hamás desde 2012.
Ante esta situación, el primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim al-Thani, pidió a la comunidad internacional acabar con los «dobles estándares» y sancionar a Israel por lo que considera una violación flagrante de la soberanía qatarí.
Cabe recordar que el Consejo de Seguridad de la ONU condenó el ataque, subrayando la necesidad de desescalar el conflicto y expresando su solidaridad con Qatar. Mientras tanto, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, se encuentra de visita en Israel para discutir tanto el conflicto en Gaza como la reciente crisis diplomática derivada del ataque en Doha.
Por su parte, el presidente Donald Trump afirmó que «debemos tener cuidado al atacar a otros», reconociendo la alianza clave entre EE. UU. y Qatar, lo que pone aún más presión sobre Israel para justificar su incursión.
15/09/2025