Este septiembre marcará un episodio importante en las relaciones académicas y diplomáticas entre Panamá y Marruecos. Por primera vez, un estudiante panameño, beneficiado por una beca académica fruto de la cooperación entre ambas naciones, llegará a suelo marroquí para iniciar sus estudios superiores en la prestigiosa Universidad de Al Akhawayn en Ifrane (AUI). Su llegada este fin de semana representa el comienzo de una aventura académica personal, y constituye un símbolo tangible del fortalecimiento de los lazos diplomáticos y culturales entre el Reino y la nación de América Central.
El joven, originario de Colón y formado en el sistema público panameño, obtuvo este reconocimiento gracias a su destacado desempeño académico y a su segundo lugar en el Concurso Nacional de Oratoria en Panamá. Esta oportunidad representa un cambio de vida para el estudiante y su familia, quienes provienen de un hogar de recursos moderados. Su esfuerzo lo llevó a destacarse como una de las jóvenes promesas académicas de Panamá, y ahora podrá continuar su formación superior en Marruecos, en una de las universidades más prestigiosas del continente africano. Allí estudiará la carrera vinculada a las ciencias sociales y las relaciones internacionales, campos que le permitirán consolidar su vocación de liderazgo.
El estudiante panameño, Rolando Soto Lake, iniciará sus clases el próximo lunes, abriendo un nuevo capítulo en su vida y convirtiéndose en un referente para otros jóvenes en su país y en la región que, como él, sueñan con superar las limitaciones económicas a través del estudio y el esfuerzo.
Este logro es fruto directo de la cooperación bilateral entre Panamá y Marruecos, que en los últimos años ha fortalecido sus lazos en ámbitos políticos, económicos y culturales. La llegada de este joven de apenas 18 años a la Universidad de Ifrane constituye una acción concreta que materializa esa relación, demostrando que los acuerdos diplomáticos pueden traducirse en beneficios palpables para la ciudadanía.
Además de representar un éxito académico, este caso simboliza un puente cultural entre los dos países. Soto Lake será, en cierto modo, un embajador de su nación en Marruecos, y al mismo tiempo un testimonio vivo de cómo la educación puede convertirse en la herramienta más poderosa para unir pueblos y abrir horizontes compartidos.
A su vez, con esta primera beca, Panamá y Marruecos sientan las bases de una cooperación educativa que podría multiplicarse en el futuro, permitiendo que más jóvenes panameños encuentren en Marruecos un espacio para desarrollar su talento, y que el Reino refuerce su posición como socio estratégico y solidario en América Latina y encuentre jóvenes promesas que puedan incorporar a sus historiales académicos y ser beneficiarios de su excelencia universitaria.
12/09/2025
María Angélica Carvajal