Una serie de explosiones sacudieron la capital qatarí este martes, según reportes de testigos presenciales a la agencia Reuters. Las detonaciones provocaron columnas de humo visibles en el distrito de Katara, una zona prominente de la ciudad. El incidente ha desatado una ola de especulaciones sobre sus causas y posibles implicaciones.
En un giro sorprendente, el sitio de noticias Axios, citando fuentes israelíes, informó que las explosiones fueron producto de un «intento de asesinato dirigido contra una delegación de Hamás» que se encontraba reunida en la capital qatarí. Las fuentes israelíes identificaron a los líderes de Hamás Khalil al-Hayya, Saleh al-Arouri y Zaher Jabarin como los objetivos del presunto ataque, aunque sin confirmar si resultaron heridos.
Más tarde, el ejército israelí emitió un comunicado oficial confirmando la ejecución de un «ataque de alta calidad contra la cúpula de Hamás», sin especificar la ubicación de la operación. No obstante, el comunicado señaló que se habían tomado «medidas para minimizar los daños a personas no involucradas».
Por su parte, la cadena Al Jazeera, citando a una fuente dentro de Hamás, informó que «la delegación negociadora del movimiento fue blanco de un ataque durante una reunión en Doha», sin ofrecer detalles adicionales sobre posibles bajas o la situación en el terreno. Las autoridades qataríes, hasta el momento, no han emitido ninguna declaración oficial sobre el incidente, ni han confirmado ni negado que el ataque haya tenido lugar en su territorio.
La versión israelí sugiere que la operación se basó en información de inteligencia precisa que apuntaba a una reunión privada de figuras clave del brazo político de Hamás. La precisión del ataque, de confirmarse, plantearía serias interrogantes sobre las capacidades de inteligencia israelíes en la región.
Este escalamiento de tensión se produce en un momento delicado, en medio de renovados esfuerzos de mediación para lograr una tregua entre Israel y Hamás, impulsados por Qatar y Egipto. La posibilidad de un ataque en el corazón de Doha, de ser confirmada, podría tener consecuencias diplomáticas de gran alcance, dada la estrecha relación de Qatar con facciones palestinas y su tradicional rechazo a que su territorio se utilice para acciones militares.
Analistas advierten que una operación de este tipo, en suelo qatarí, podría poner en peligro los esfuerzos de mediación en curso y desestabilizar aún más la región. El incidente también podría tensar las relaciones entre Qatar e Israel, y generar una crisis diplomática de proporciones impredecibles. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de los acontecimientos, consciente de que este incidente podría tener un impacto significativo en la dinámica del conflicto palestino-israelí y en la estabilidad regional.
09/09/2025