Israel vive una nueva ola de protestas encabezadas por las familias de los rehenes que permanecen en la Franja de Gaza, al cumplirse 700 días desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. Las manifestaciones, organizadas en ciudades como Tel Aviv, Jerusalén y Kiryat Gat, exigen al primer ministro Benjamín Netanyahu abandonar los planes de ampliar la ofensiva militar y centrarse en lograr un acuerdo que permita la liberación de los cautivos.
De los 251 israelíes secuestrados en aquel ataque, se estima que 48 siguen retenidos en Gaza y, según organizaciones civiles, alrededor de 20 podrían estar vivos. El Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos ha hecho un llamado tanto al Gobierno israelí como a Hamás a sentarse en la mesa de negociaciones, advirtiendo que una intensificación de las operaciones militares en Gaza podría poner en riesgo directo a los cautivos.
El plan del gabinete de seguridad israelí, aprobado en agosto, contempla la toma completa de la ciudad de Gaza, considerada un bastión de Hamás. Para ello, más de 60.000 reservistas fueron llamados a filas. Sin embargo, un grupo de 600 de ellos anunció su negativa a participar en la ofensiva, alegando que la continuación del conflicto expone innecesariamente a los rehenes y agrava la crisis interna.
Mientras tanto, la ofensiva israelí ha alcanzado el centro de la ciudad de Gaza, donde las fuerzas militares aseguran controlar el 40% del territorio urbano. Según reportes de las autoridades palestinas, al menos 30 personas murieron en los últimos ataques desde la madrugada de este viernes, entre ellas siete niños, en zonas residenciales densamente pobladas. El Ministerio de Sanidad de Gaza, informó que desde el inicio de la guerra más de 64.000 personas han perdido la vida, un 30% de ellas menores de edad.
Entre tanto, la situación humanitaria continúa deteriorándose, con agencias internacionales como UNICEF describiendo las condiciones en Gaza como “inimaginables”. El bombardeo de viviendas, campamentos de desplazados y hospitales ha generado nuevas olas de desplazamiento interno, mientras que expertos advierten que la demolición total de la ciudad podría prolongarse durante meses o incluso más de un año.
En paralelo, las propuestas de negociación se encuentran en un punto muerto. Hamás ha planteado intercambiar a los rehenes por prisioneros palestinos, acompañado de un alto el fuego y la apertura de los pasos fronterizos, pero desde la oficina de Netanyahu se ha rechazado esta oferta. El Gobierno israelí mantiene como condición la rendición de Hamás, el desarme total y el control absoluto de la seguridad en la Franja.
En el plano internacional, aumenta el número de países que se alinean con la iniciativa impulsada por Francia y Arabia Saudí para reconocer a Palestina y promover la solución de dos Estados. Finlandia anunció su adhesión a la Declaración de Nueva York, uniéndose a Australia, Canadá, Reino Unido y Bélgica, que también han expresado su disposición a reconocer oficialmente a Palestina en las próximas semanas. Esta dinámica diplomática refleja el creciente respaldo a una salida política al conflicto, en contraste con la intensificación de la ofensiva militar sobre Gaza.
María Angélica Carvajal
05/09/2025