Marruecos se encuentra en plena cuenta regresiva hacia los grandes eventos deportivos que marcarán su proyección internacional en los próximos cinco años: la Copa Africana de Naciones (CAN 2025) y el Mundial de Fútbol 2030, que organizará junto a España y Portugal. En esa agenda, septiembre se perfila como un mes relevante, con la inauguración de infraestructuras modernizadas y la organización de encuentros estratégicos con periodistas y expertos del sector, en un movimiento que busca consolidar la imagen del Reino como epicentro del fútbol continental y global.
El Grand Stade de Tánger, sometido a una renovación integral valorada en 360 millones de dólares, será uno de los símbolos que se espera esté totalmente finalizado para fin de mes. Con capacidad para 75.000 espectadores y un diseño que responde a los más altos estándares de la FIFA, el recinto se ha transformado en un estadio exclusivamente futbolístico, eliminando la pista de atletismo para acercar a los aficionados al terreno de juego y generar una atmósfera más vibrante. Obras como estas reflejan la estrategia nacional de vincular el desarrollo urbano con el atractivo turístico y económico en preparación para los grandes eventos venideros.
Asimismo, la capital marroquí será escenario, el 4 de septiembre, de una conferencia internacional que reunirá a más de 150 periodistas, creadores de contenido y profesionales de medios de todo el mundo. Bajo la iniciativa Future Media Initiative, el encuentro analizará el papel del fútbol como motor de desarrollo estratégico y permitirá mostrar de primera mano las infraestructuras que pronto acogerán a miles de aficionados. Esta apuesta por la diplomacia mediática refuerza el mensaje de que el fútbol en Marruecos no es solo deporte y pasión, sino una herramienta de proyección internacional, cohesión nacional y desarrollo económico.
El esfuerzo del Reino alrededor de los eventos futbolísticos trasciende la construcción de estadios, e implica inversión en carreteras, transporte, telecomunicaciones y servicios urbanos. Todo esto con el propósito de generar un ecosistema capaz de absorber el flujo de visitantes, profesionales y equipos que llegarán en los próximos años. Pues, se espera que la celebración de la CAN y el Mundial impulse el turismo recreativo y deportivo, cree empleos temporales y eleve los ingresos por consumo local y rentas.
De esta manera, Marruecos no sólo será la sede de dos de los eventos futbolísticos más representativos a nivel mundial y continental sino que protagoniza desde ya una transformación general en vías de capitalizar el poder del deporte como palanca de desarrollo económico, social y diplomático.
01/09/2025