La llegada de migrantes en pateras a Baleares se ha convertido en uno de los fenómenos migratorios más significativos en el Mediterráneo occidental este 2025. Muestra de ello es que en los primeros ocho meses han alcanzado las islas al menos 4.889 personas en 260 embarcaciones, un 85% más que en el mismo periodo de 2024, según datos publicados por The Objective. Las autoridades estiman que de mantenerse esa tendencia, la cifra total de llegadas por vía marítima podría rozar los 11.000 inmigrantes a finales de año, lo que consolidaría esta ruta como una de las de mayor crecimiento en España.
El perfil de los migrantes es variado. Si bien, predominan las personas procedentes de Argelia, a ellos se suman ciudadanos de países del África subsahariana. Agosto marcó un récord con 1.407 personas rescatadas o llegadas a las costas baleares, frente a las 1.081 registradas en el mismo mes del año pasado. Cabe destacar que este fenómeno trae a su vez un aumento en las consecuencias dramáticas, más naufragios, desapariciones y muertes en el mar. Según la ONG Caminando Fronteras, al menos 328 personas perdieron la vida en los cinco primeros meses del año en la ruta hacia Baleares y el levante peninsular, aunque la cifra real podría ser mayor.
Ejemplo de ello es que tan sólo entre el 21 y 23 de agosto desaparecieron 15 migrantes en dos pateras que se dirigían a Mallorca, una de ellas con un fallecido a bordo. A la vez que en Menorca, 11 personas fueron rescatadas en estado grave tras quedar a la deriva, mientras que otras 29 tuvieron que ser evacuadas de una zona escarpada en Cabrera después de que su embarcación se hundiera.
La situación se dificulta con la falta de mecanismos de cooperación entre España, Argelia y los países subsaharianos, que ralentiza la atención, el control y la identificación de las víctimas y aumenta la sensación de abandono entre las familias afectadas.
Además, el crecimiento de esta ruta migratoria ha provocado un pulso político entre el Gobierno autónomo de Baleares y el Ejecutivo central español. Los medios locales informan de roces entre ambas presidencias, donde desde Baleares se acusa al mandatario Pedro Sánchez de “desentenderse” del problema y reclama un refuerzo de medios de vigilancia y asistencia, así como un cambio en la política hacia Argelia para frenar las salidas. Igualmente, las autoridades de la isla se oponen a la medida obligatoria de acoger a menores migrantes no acompañados llegados a Canarias, Ceuta y Melilla, medida contra la que Baleares ha presentado recursos ante el Tribunal Constitucional y el Supremo.
En este contexto, Manuel Pavón, nuevo director general de Inmigración y Cooperación para el Desarrollo de Baleares, subrayó en una entrevista con el medio español OK Diario, que Baleares es la comunidad autónoma con el mayor crecimiento porcentual de llegadas por mar, un 77% más que en 2024, mientras que Canarias ha experimentado una reducción del 46%. Cifras que agudizan los reclamos al Ejecutivo. Pavón asegura que “somos la ruta mediterránea que más aumenta, y tenemos que tomar medidas eficaces para proteger nuestras fronteras”.
El fenómeno de la llegada de pateras evidencia un cambio en el mapa de la migración irregular hacia Europa. Pues aunque la ruta canaria, todavía concentra cifras absolutas más altas, pierde peso en favor de Baleares. Este desplazamiento no solo tiene implicaciones humanitarias, sino también políticas y sociales: presión sobre los servicios públicos, debate sobre la capacidad de acogida y tensiones diplomáticas con los países de origen, sin dejar de lado el drama humano que sigue en continuo crecimiento.
01/09/2025