Una nueva oleada de incendios forestales de gran magnitud avanza en el centro y oeste de Canadá, obligando a decenas de miles de personas a evacuar y generando una nube de humo que ya afecta la calidad del aire en ciudades del norte de Estados Unidos. La situación marca un inicio precoz e inusualmente severo de la temporada de incendios, con condiciones que amenazan con extenderse durante el verano boreal, en un contexto de sequía persistente.
Hasta el jueves por la noche se registraban más de 160 incendios forestales activos en Canadá, según el Centro Interinstitucional Canadiense de Incendios Forestales, y aproximadamente la mitad están fuera de control.
Los focos activos se concentran en regiones boreales de alta densidad forestal, como las cercanías del lago Winnipeg, al oeste de la bahía de Hudson, y en áreas limítrofes con las provincias de Alberta y Columbia Británica. En estas zonas, las autoridades locales han emitido órdenes de evacuación que afectan a miles de personas, incluidas comunidades indígenas y poblaciones rurales. El gobierno canadiense ha elevado al máximo su nivel de preparación nacional para incendios, una medida que normalmente se alcanza en pleno verano.
Hasta el momento, los incendios han consumido más de 639.000 hectáreas en todo el país, un 40% por encima del promedio histórico para esta época del año. El avance descontrolado del fuego se atribuye a la escasa humedad del suelo, altas temperaturas y la creciente frecuencia de eventos extremos vinculados al cambio climático. En la región del Escudo Canadiense, al norte de los Grandes Lagos, los incendios ya han superado en superficie lo registrado durante la misma etapa en 2023, considerada la peor temporada de incendios del país.
El humo generado por los incendios se ha desplazado a través de la atmósfera y ya ha alcanzado áreas del Alto Medio Oeste estadounidense. Modelos de pronóstico muestran su presencia en ciudades como Milwaukee, Chicago y Detroit, donde se han emitido alertas de calidad del aire. Las partículas finas en suspensión podrían persistir durante días, afectando especialmente a personas con afecciones respiratorias o cardiovasculares.
Las autoridades de estados fronterizos como Minnesota y Michigan han advertido sobre niveles de contaminación atmosférica considerados insalubres para toda la población. Mientras tanto, el humo en niveles altos de la atmósfera continúa extendiéndose hacia el sur por las llanuras centrales, reduciendo la visibilidad y modificando las condiciones lumínicas, sin impacto directo en la salud, pero con efectos notables en el cielo.
Los servicios meteorológicos de Canadá y Estados Unidos coinciden en que las condiciones para incendios seguirán por encima de lo normal en vastas zonas del continente durante los próximos meses. La combinación de calor extremo, vegetación seca y la propagación del humo sugiere un verano complejo, tanto para la gestión de emergencias como para la salud ambiental en América del Norte.
30/05/2025