Casablanca Finance City (CFC) reafirma su posición como el principal centro financiero de África, manteniéndose en la cima del continente según la 37ª edición del Global Financial Centres Index (GFCI 37). Aunque aún se encuentra lejos de gigantes globales como Nueva York y Londres, la plaza financiera marroquí sigue mostrando avances significativos que refuerzan su competitividad en el mercado internacional.
La última edición del GFCI evaluó 120 centros financieros a nivel mundial, tomando en cuenta criterios tanto cualitativos como cuantitativos para medir su atractivo. Los resultados revelan dinámicas contrastadas en África, donde los distintos centros financieros han evolucionado en función de sus estrategias para atraer inversión, sus entornos económicos y las tensiones geopolíticas en la región.
En esta nueva clasificación, CFC mantiene su posición como el principal centro financiero de África, situándose en el puesto 56 a nivel mundial. Este liderazgo se debe a los avances en gobernanza financiera, que han convertido a CFC en un puente estratégico entre África y el resto del mundo. Además, su marco regulador favorable a los inversores, con convenios fiscales y acuerdos internacionales, refuerza su papel como plataforma clave para la inversión extranjera. Otro factor determinante ha sido la conectividad de Casablanca con mercados europeos y francófonos africanos, lo que impulsa su atractivo.
Sin embargo, el informe también señala desafíos importantes. Las tensiones geopolíticas, especialmente en África Occidental, y la creciente competencia de centros financieros anglófonos como Nairobi, suponen retos para la supremacía de CFC. Según el GFCI 37, el 18 % de los expertos consultados consideran que los riesgos geopolíticos son un factor clave. Para mantener su liderazgo, Casablanca deberá gestionar estratégicamente estos desafíos y fortalecer su competitividad regional.
Tras Casablanca, Mauricio y Kigali ocupan el segundo y tercer lugar en el continente. Mauricio, en el puesto 58 a nivel mundial, destaca por su modelo offshore, que atrae inversiones en el sector financiero transfronterizo. La nación insular apuesta por la innovación, con iniciativas como una sandbox regulatoria para fintechs. No obstante, el país enfrenta la presión de normativas internacionales, como las de la OCDE sobre evasión fiscal, lo que representa un desafío importante. Además, debe competir con centros como Dubái, que combinan incentivos fiscales con infraestructuras de vanguardia.
Por su parte, Kigali experimenta un desarrollo más complejo. Aunque ha retrocedido ligeramente en el ranking mundial, sigue ganando atractivo gracias a sus inversiones en infraestructura digital y finanzas sostenibles. Ruanda busca convertir su capital en un hub tecnológico y financiero regional, aunque su tamaño reducido y la dependencia de financiamiento externo siguen siendo limitaciones importantes. Para consolidar su crecimiento, Kigali deberá diversificar sus alianzas y fortalecer sus cadenas de valor dentro de la región.
26/03/2025