La Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que reducirá el número de su equipo internacional en Gaza luego de que nuevos ataques de las fuerzas israelíes en el territorio palestino dejaran cientos de civiles muertos, incluidos trabajadores humanitarios de la organización.
Stephane Dujarric, portavoz de la ONU, confirmó en una conferencia de prensa que unos 30 de los 100 empleados internacionales desplegados en Gaza serán evacuados esta semana, en medio de un aumento crítico de las necesidades humanitarias y crecientes preocupaciones por la seguridad de los civiles.
Dujarric calificó la medida como una «decisión difícil» tomada por el secretario general, António Guterres, por razones de seguridad y operatividad. Sin embargo, subrayó que la ONU mantendrá a miles de empleados locales, en su mayoría palestinos, que continúan realizando labores esenciales en medio del conflicto.
Durante su mensaje, difundido por también por las redes sociales de la organización, el portavoz confirmó que un tanque israelí fue responsable del ataque contra un complejo de la ONU en Deir el-Balah, en el centro de Gaza, el pasado 19 de marzo, donde murió un empleado búlgaro y otros seis resultaron gravemente heridos.
Esta es la primera vez que la ONU responsabiliza directamente a las fuerzas israelíes por un ataque contra una de sus instalaciones, claramente identificadas. Esto a pesar de que Israel había negado su relación con el incidente, que ocurrió un día después de que el gobierno rompiera el cese al fuego con Hamas.
La ONU, desde Nueva York, indica que cuentan con más de 13.000 empleados locales en Gaza, la mayoría palestinos que trabajan como médicos, conductores y personal humanitario. No obstante, la decisión del retiro de personal internacional se da después tras la muerte de más de 250 personas, voluntarios, en los últimos 15 meses.
Igualmente, Guterres ha exigido una «investigación completa, exhaustiva e independiente» sobre el ataque del tanque israelí contra la instalación de la ONU, hecho que Israel ha justificado alegando que se trataba de un «sitio de Hamas» desde donde se preparaban lanzamientos contra su territorio.
Por su parte, el coordinador humanitario de la ONU denunció los “horribles informes” que llegan desde Gaza, donde hay “más trabajadores sanitarios, ambulancias y hospitales atacados mientras intentan salvar a los supervivientes”.
A esto se añade que la denuncia del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) sobre un ataque a su
oficina en Rafah, al sur de Gaza, que alcanzada por un proyectil explosivo. Si bien no se reportaron víctimas entre su personal, la organización advirtió que los daños afectan directamente su capacidad operativa en la zona. El hecho fue admitido por el ejército israelí, que explicó haber abierto fuego contra un edificio de la Cruz Roja en Rafah por un «error de identificación», a pesar de que la instalación estaba claramente marcada como zona humanitaria.
La retirada parcial del personal de la ONU ocurre en un momento en que Gaza enfrenta una catástrofe humanitaria, con más de 2 millones de personas en necesidad urgente de ayuda. Organizaciones internacionales han denunciado repetidamente los ataques contra civiles y trabajadores humanitarios, mientras Israel insiste en que su objetivo son militantes de Hamas. La población palestina vive momentos complicados sin alimentos, ayuda humanitaria, asistencia médica limitada, hambre y epidemias bajo una fuerte y constante ofensiva tanto al norte como al sur de la Franja de Gaza, una situación descrita por la ONU como «las condiciones más peligrosas en décadas».
25/03/2025