El huracán Beryl, que recientemente tocó tierra en México tras devastar varias islas del Caribe, incluidas Granada y San Vicente y las Granadinas, ha dejado un saldo alarmante de destrucción y desplazamiento. Este poderoso ciclón, categorizado inicialmente como de categoría cinco, el primer huracán de tal magnitud registrado en el Atlántico, ha disminuido a categoría dos al entrar en México por la península de Yucatán.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido sobre una temporada de huracanes particularmente intensa y prolongada para este año. Clare Nullis, portavoz de la OMM, durante una rueda de prensa en Ginebra, destacó la severidad de los eventos y la tendencia preocupante de ciclones de gran intensidad como una constante creciente, exacerbada por el cambio climático.
Impacto devastador en el Caribe
Antes de alcanzar México, Beryl causó estragos en el Caribe, particularmente en Granada y San Vicente y las Granadinas, donde la infraestructura crítica sufrió daños significativos y muchos residentes perdieron sus hogares. La Federación Internacional para el Caribe, a través de su oficial de Gestión de Desastres, Rhea Pierre, reportó desde Puerto España que muchos habitantes se vieron forzados a evacuar con lo mínimo indispensable.
La destrucción incluyó techos arrancados de edificios públicos y privados, y numerosas personas desplazadas que buscaban refugio en estructuras temporales. En Isla Unión, una de las más afectadas, se organizaron evacuaciones masivas hacia refugios en San Vicente.
Respuesta de emergencia y preparativos en México
Al llegar a México, Beryl mantuvo su fuerza con vientos de hasta 177 km/h, provocando alarma entre las comunidades costeras de Yucatán. Vanessa Huguenin, portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), comentó sobre los esfuerzos de preparación y la naturaleza inusual de tener un huracán tan intenso tan temprano en la temporada. Equipos de respuesta a desastres ya están siendo desplegados en las áreas afectadas para evaluar los daños y coordinar los esfuerzos de ayuda.
Proyecciones alarmantes para la temporada de huracanes
La temporada de tormentas del Atlántico, que se extiende de junio a noviembre, podría tener entre 17 y 25 tormentas nombradas este año, con hasta trece posibles huracanes, varios de los cuales podrían alcanzar categorías mayores. Estas cifras superan significativamente los promedios históricos y subrayan la creciente influencia del cambio climático en la frecuencia y severidad de los fenómenos meteorológicos extremos.
La devastación causada por el huracán Beryl subraya la urgencia de estrategias robustas de preparación y respuesta a desastres, así como la necesidad de una cooperación internacional más sólida para enfrentar los desafíos del cambio climático que afectan desproporcionadamente a las regiones caribeñas.
6/7/2024