Las rachas de viento que azotan el noroeste de Italia han dejado a su paso graves daños, especialmente en la provincia de Turín. De hecho, en la histórica Sacra di San Michele las ráfagas alcanzaron, entre ayer y hoy, una velocidad de 215 km/h.
Las consecuencias de este fenómeno meteorológico han sido especialmente notorias en Ivrea y sus alrededores, donde la caída de árboles y el desprendimiento parcial de tejados han mantenido ocupadas a las patrullas de bomberos desde la noche anterior. La ciudad de Biella y sus cercanías también ha experimentado incidentes similares, registrándose árboles caídos.

Por otra parte, el viento cálido de Föhn, originado en los Alpes y caracterizado por el rápido descenso del aire desde las cimas, ha generado un drástico aumento de las temperaturas en toda la región norte de Italia. Se han registrado picos de más de 20ºC entre Turín y Milán. En Verona y el Valle del Po, las temperaturas medias han alcanzado niveles récord desde 1989, con incrementos de hasta 3ºC.
Sin embargo, esta anomalía climática ha desencadenado una serie de problemas adicionales. En las montañas de Turín, el viento y las altas temperaturas provocaron un incendio forestal. La situación de emergencia persistirá al menos durante todo el día.
En este contexto, las autoridades, junto con los servicios de emergencia, se encuentran en máxima alerta, coordinando esfuerzos para hacer frente a los estragos causados por las condiciones climáticas inusuales. Se insta a la población a extremar precauciones y seguir las indicaciones de seguridad mientras persistan las condiciones adversas.
24-12-2023