
El Polisario ha llevado a cabo el repatrio de alrededor de 4.700 personas desde los llamados «territorios liberados» en el territorio argelino hacia Tinduf, Argelia. Esta sorprendente táctica sigue a la denuncia del alto el fuego en 2020 y plantea nuevas interrogantes sobre la situación real en la región. Según un artículo de opinión del periodisya y escritor Taieb Dekkar, el Frente, al solicitar al Programa Mundial de Alimentos que considere estos nuevos contingentes en su evaluación de la ayuda alimentaria, busca no solo justificar este retorno sino también obtener apoyo internacional.
Este cambio de enfoque, impulsado por el periodista y escritor Taieb Dekkar, refleja una táctica para aumentar el número de personas en la región de Tinduf, que, bajo el derecho internacional, no se consideran «refugiados» debido a las restricciones de movimiento impuestas. Además, la acción busca proporcionar justificaciones a nivel internacional sobre la presencia del Polisario en los llamados «territorios liberados», que, en realidad, son «parte integral del territorio del Sáhara marroquí» y fueron dejados estratégicamente por Marruecos detrás del muro de seguridad para evitar enfrentamientos directos con el ejército argelino.
Este viraje de terminología, según Dekkar, elimina del discurso del Polisario y de la prensa argelina el término «territorios liberados». Aunque los drones marroquíes han limitado la acción del Polisario en esta área, el retorno de más de 4.700 personas, ya sea de una vez o en varias oleadas, parece desmesurado y poco creíble.
Las alegaciones del Polisario, bajo la mirada crítica de Dekkar, carecen de credibilidad, ya que la zona tamponada no permite condiciones de vida sostenibles. El Frente, al proclamar la evacuación «voluntaria» de esta zona, busca justificar la solicitud de ayuda humanitaria adicional, parte de la cual se desvía en el puerto de Orán.
A pesar de las condiciones deplorables en los campamentos de Tinduf durante casi 50 años, Dekkar destaca que Argelia sigue oponiéndose al censo de la población retenida en la región. A diferencia de otros países del mundo, Dekkar subraya que Argelia se niega a permitir el recuento de los refugiados bajo su custodia, alegando hostilidad hacia la idea.
Mientras tanto, con un presupuesto militar que supera los 21 mil millones de dólares para 2024, el General Chengriha, observa Dekkar, efectúa una visita a China en busca de sistemas de telecomunicaciones altamente cifrados. Esto se interpreta como un intento de contrarrestar la tecnología israelí utilizada en Marruecos.
La normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel ha aumentado las preocupaciones en Argelia, especialmente entre los militares, que temen una posible agresión marroquí. A pesar de este gasto militar sin precedentes, Dekkar resalta que el pueblo argelino enfrenta desafíos en la obtención de alimentos básicos como las lentejas en «La Nueva Argelia». Este contraste, según Dekkar, revela las prioridades y desafíos en el panorama argelino actual.
21-11-2023