
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció ayer martes «el recrudecimiento de la represión» en Túnez, después de que la policía tunecina detuviera a Noureddine Bhiri, líder del partido islamista-conservador «Ennahda«, así como a Noureddine Boutar, el director general de la radio privada «Mosaïque FM«, que a menudo da la palabra a la oposición.
Estas detenciones se enmarcan en una campaña de represión iniciada este fin de semana por los servicios de seguridad tunecinos y durante la cual fueron detenidos activistas políticos, exmagistrados y un influyente empresario.
El líder de Ennahda, Noureddine Bhiri, de 64 años, fue arrestado y «llevado a un lugar desconocido» durante una redada policial en la que participaron unos 100 agentes en su casa de Túnez, dijo a la AFP un portavoz de Ennahda, Abdelfattah Taghouti.
Este exministro de Justicia ya llevaba más de dos meses detenido a principios de 2022.
Tan pronto como fue arrestado, dejó de comer y de tomar su medicación antes de aceptar que le aplicaran la infusión en un hospital al que había sido trasladado mientras estaba detenido. A pesar de su liberación, Noureddine Bhiri seguía siendo investigado por sospecha de «terrorismo», según las autoridades.
Durante una conferencia de prensa en Ginebra, el portavoz de Volker Türk (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos), Jeremy Laurence, indicó «la preocupación por el empeoramiento de la represión contra quienes son percibidos como opositores políticos y la sociedad civil en Túnez, incluso a través de medidas tomadas por las autoridades que continúan socavando la independencia del poder judicial».
«Nos preocupa además que algunos de los detenidos por criticar al gobierno hayan sido juzgados en tribunales militares. Hacemos un llamamiento a las autoridades para que pongan fin de inmediato a la práctica de juzgar a civiles en tribunales militares», continuó.
15-02-2023