
20/01/2020.
Los líderes de los principales países involucrados en el conflicto en Libia se comprometieron durante la conferencia de Berlín a respetar la prohibición total de enviar armas a Libia, impuesto por las Naciones Unidas en 2011, y a detener cualquier «interferencia» externa en este conflicto.
Los once países que participaron en dicha conferencia, que se celebró bajo los auspicios de las Naciones Unidas, incluidos Rusia y Turquía, acordaron que no hay una «solución militar» al conflicto que sigue destrozando a Libia durante 10 años, según lo que anunció la canciller alemana Angela Merkel al final de la conferencia.
Asimismo, los participantes pidieron un alto del fuego permanente y efectivo. Se organizarán reuniones entre los líderes militares de ambos lados del conflicto para garantizar el respeto efectivo y duradero del cese de las hostilidades, y se emitirá una invitación «en los próximos días» a este respecto, según confirmó el Secretario General de las ONU, Antonio Guterres.
En este sentido, Guterres instó a las partes en conflicto a formar una «comisión militar» compuesta por diez oficiales militares, cinco de cada parte, para fortalecer el alto del fuego.
La reunión también acordó «respetar plenamente» el embargo de enviar armas a Libia. Así que «esta prohibición estará sujeta a una supervisión más fuerte que antes», al decir de Merkel durante una rueda de prensa conjunta con Guterres y el enviado especial de las Naciones Unidas a Libia, Ghassan Salameh.
Cabe citar que la conferencia también trató la interferencia externa en el conflicto por más de un país extranjero, ya sea directa o indirectamente.
Por su parte, Guterres indicó que «todos los participantes se comprometieron a no interferir más de hoy en adelante en el conflicto armado o en los asuntos internos de Libia», a sabiendas de que Turquía apoya militarmente al gobierno de Fayez al-Sarraj en Trípoli, y se sospecha que Rusia también apoya al mariscal Khalifa Haftar a pesar de que Moscú haberlo negado.